30 de enero de 2015

BONDAD







-John, tengo que hacerte una pregunta muy importante.
-Ya sé qué va a decir y no es necesario
-Nooo..., lo es lo es, tengo que decirlo... John, dime qué quieres qué haga. ¿Quiéres que te saque de aquí?, ¿qué dejes que te fugues...?, ¿qué te ayuda a escapar...?
-¿Por qué haría usted algo así?
-El día del juicio final, cuando me encuentre antes Dios y me pregunte por qué maté a uno de sus auténticos milagros, ¿qué voy a decirle?, ¡qué hacía mi trabajo?!, ¡mi trabajo!
-¿Dígale a Dios, nuestro Padre que fue un acto de bondad. Ya sé que sufre y está preocupado. Lo siento en su interior; pero no debería hacerlo... Tengo ganas de que acabe todo esto. De verdad... Tengo ganas de que acabe todo esto, de verdad. Estoy cansado jefe, cansado de recorrer el mundo solo como un gorrión bajo la lluvia, cansado de no tener un amigo con quien estar, que me diga dónde vamos, con quién venimos y por qué. Cansado de las personas que son feas con las otras, estoy cansado del dolor que siento yo y oigo por el mundo cada día, hay demasiado dolor. Son como trozos de cristal por mi cabeza que no puedo quitarme. ¿Puedes entenderlo?
-Si, John, creo que sí"
.
La milla verde
peli


Sólo existe la bondad o su falta. La maldad no existe jamás, ni es, ni hay. Sólo la infinita bondad de la inteligencia formando saber, valores y amor.

La mística del judaísmo, la cabala o tradición hebraica, cree que el mundo no desaparece y acaba, de forma terrible por el mal de los hombres, que a veces es muchísimo y casi todo lo que hay sobre la tierra, porque siempre hay doce justos que lo resisten, lo aguantan, lo sostienen. Sostienen, aguantan y resisten todo el mal, las ignorancias, miedos y odios de los otros. De esos mayoritarios sumidos en una libertad que no saben usar, en una igualdad que no gozan ni viven, ni vivifican. Y no aman, ni a ellos ni a los otros. Y en esos odios confundidos con trepas, escalafones, ringorrangos, méritos, poderes, pastas, trampas y gatuperios del tinglado social imperante. 

Luego vino el cristianismo a vivificar esa idea y darle un sentido de liberación, su pleno sentido de emancipación de todos. 
Pero no ocurre así siempre. O poco. O casi nada. De cuando en vez, o casi siempre, el pato lo pagan los inocentes. El pato de los gordos o los de Arriba del to, empingorotados, elevados, subidos al machito o a la torre. Tal en esta peli intensa, sabia, cruda, veraz con esa verdad que se dice de esta forma..., y que se llama La milla verde





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Hay algo que se llama libertad, y que debes ejercer libremente. Así que distingue bien entre las ideas, los sentimientos, las pasiones, la razones y similares. No son respetables; pero cuida, que detrás hay personas. Y las personas, "per se", es lo único que se respeta en este lugar. Muy agradecido y mucha salud. Que no te canse.