21 de noviembre de 2014

TAMPOCO QUIERO DIÑARLA, BORIS




Viaje a Badajoz. Y gracias que se puede hacer uno en semana en línea normal de autobús, sin esfuerzos terribles, encajes de bolillos u horarios tremebundos. En Extremadura se nos conculca, como en ninguna otra parte, en derecho a que tengamos servicios de transportes públicos medianamente razonables. El transporte público es de obligación pública y de la administración pública. Pasa que delega en la privacidad y ya sabemos de sobras que lo privado va al mero negocio y lucro, jamás al servicio de la gente. Y si en Madrid pasa un autobús o tren, a menos de doscientos metroscercano de la casa de cualquiera, que lo lleva a cualquier parte en horarios racionales, en Llerena o doquiera también los ciudadanos tenemos ese derecho. Y es entre la mala administración, que no obliga a ello a los concesionarios del servicio, por un lado, y el tirarse al uso del cochecito leré, lo que hace al transporte público en Extremadura casi una reliquia.

Bueno, pues tras esta disquisición, necesaria y grave, paso a decirlo: Teatro Completo, de Miguel Mihura y Poesía Completa de Boris Vian, en edición bilingüe. Dos joyas de libros que me regalo por haber resultado, por tercer año consecutivo, finalista de uno de los premios de poesía en español más universales, y que no gano por la cosa de la política del mismo y otras cuchipandas. Con ochocientos y pico participantes de tol mundo mundiá. Y no digo más que to ta visto. O, como dicen los castizos llerenenses: la burranca está vista y eso no me ocurre por casualidad. 


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Hay algo que se llama libertad, y que debes ejercer libremente. Así que distingue bien entre las ideas, los sentimientos, las pasiones, la razones y similares. No son respetables; pero cuida, que detrás hay personas. Y las personas, "per se", es lo único que se respeta en este lugar. Muy agradecido y mucha salud. Que no te canse.