22 de julio de 2008

DE ENTREVISTA ESCOLAR


En febrero de 2005 le contestaba a un escolar que me entrevistaba para un trabajo del cole:

Pregunta. ¿Cuándo empezaste a escribir?
Respuesta. Bueno, decirte exactamente cuándo es muy difícil. Sí te puedo decir que fui tomando conciencia de que escribía, cuando guardaba lo escrito, y volvía a revisarlo. Con lo que también fui dándome cuenta de que aquella revisión era siempre volver a empezar lo que escribía, y corregirlo casi siempre. Creo que fue cuando tenía sobre quince años, cuando tomé realmente conciencia de que la escritura era un arte y que quería profundizar y desarrollar ese arte. Ya tenía escritos algunos cuentos, poemas muy musicales, a imitación del romancero… Como anécdota me recuerdo, muy niño, escribiendo cartas a los familiares, que andaban por Madrid o Barcelona, emigrados, cosa que también hacía para algunos vecinos, que tenían sus familias emigradas. Les escribía las cartas, lo que, luego, con el tiempo, resultó ser una estupenda escuela o lo que hoy llaman taller literario.

P. ¿Cómo se aprende a escribir?
R. Leyendo. La lectura es el fundamento del aprendizaje de la escritura. Creo que te refieres a cómo se aprende a escribir algo literario, esto es, artístico, hecho con la lengua que hablamos. Y a eso te respondo con que se aprende leyendo mucho, teniendo la enorme humildad de estudiar a nuestros clásicos, a las gentes que ha escrito antes que nosotros, obras de calidad, lo cual es una gozada. Sobre todo a los maravillosos clásicos españoles. Porque tenemos una estupenda tradición literaria en nuestra lengua castellana. Una tradición que no es valorada suficientemente por los que hablamos castellano. La lectura atenta, de esos escritores que nos han precedido, es la única escuela de aprendizaje eficaz para quien quiera usar la lengua como materia artística, esto es, como materia literaria y creativa. Por ejemplo, estos días releo una novelita estupenda, llamada El Buscón, de don Francisco de Quevedo, y veo cosas que antes no había visto. Leer y releer buena literatura y fijarse cómo está escrita, repito, es un aprendizaje eficaz –el más eficaz- que conozco. Evidentemente ayudan mucho unos buenos diccionarios de sinónimos, generales y especializados, para la tarea de expresarse por escrito. Pero la inventiva, la creación, que nace en un principio de la imitación de los que me han precedido –los clásicos sobre todo-, es tarea muy personal que no podría decirte cómo se aprende. Creo que como el andar, andando… Superando las ignorancias, miedos y los odios que se tengan. Porque que de esa imitación primera de lo leído, surge la inventiva personal, a poco que se domine la expresión material de la lengua. No importa tanto lo que se escriba o de lo que se escriba, sino el arte cómo esté contado. Eso es la literatura: el cómo, no el qué. Cervantes cuenta la historia de un loco y un gordito, que salen de su aldea para arreglar el mundo. Eso no es lo importante, es accesorio. Pero no es eso lo importante del Quijote, sino cómo está contado, como está usada la lengua, estructurado el relato, usado los recursos literarios con esa lengua, etc.
P. ¿Qué sentiste la primera vez que te publicaron un libro?
R. Nunca tuve prisas por publicar nada. Soy muy consciente de que lo importante es escribir bien. Lo de publicar no es tarea de un escritor. Es negocio de editores, libreros, editoriales, etc. Pero de alguna manera todo el que escribe desea que lo lean, por compartir lo que se ha escrito. La primera vez que me publicaron un libro fue en 1986, y era un libro de poemas, llamado Quaderno de dexados, en la Editorial Extremadura, que se repartió con el Periódico Extremadura, de Cáceres, en una edición de 20.000 ejemplares. Todo un record para aquellas fechas, y en poesía de alguien poco conocido o iniciado en el mundo editorial. Por supuesto que sentí un enorme alegría, con cierta mezcla de responsabilidad ante si aquello que presentaba a las gentes estaba bien logrado como arte, como literatura, como poesía. Pero te repito algo que, en esta sociedad consumista y competitiva se pierde de vista. Lo importante es escribir bien, luego publicar, no para consumo de las gentes, sino para su goce. Que es bien distinto. Estamos en una época en la que todo arte se reduce a comercio, a mercado, a poder, a dinero, a ser más que el otro, no a ser con el otro y con los otros… Y eso no es bueno para el arte, que pretende ser fiel a lo humano, a lo mejor que el ser humano puede desarrollar. Y creo que en eso la educación debe poner mucho empeño. Empeño en dejar clarito, a los que estáis aprendiendo, que la fama, el famoseo, o el triunfo no son la meta en nada. La meta es la obra bien hecha, el dar a las personas algo que les haga crecer, en algún sentido, como seres humanos, libres, responsables y buenos. No ser más que nadie, porque nadie lo es. Por eso estoy absolutamente contra los llamados premios literarios y demás usos del marketing y la publicidad del mercado.

P. ¿Has publicado mucho?
R. Lo necesario. Tampoco es que me haya quitado el sueño publicar. En total son como seis libros. Y lo que sí he publicado es mucho en publicaciones periódicas: revistas, diarios y demás. En esos medios, y en publicación compartida, he publicado como treinta y siete cuentos y relatos cortos, unos veinte ensayos, y muchos poemas, en revistas o publicaciones compartidas. También escribo para muchas páginas web en internet: opinión, obras diversas, etc. Pero lo de publicar es lo secundario. Primero ha de tenerse una obra que merezca la pena, y que uno no se engañe y ande perdiendo el tiempo haciendo algo que no merece la pena. Creo que ese el primer deber de un escritor: no autoengañarse con la dedicación de enegías y tiempo en una mala obra. Si lo que se hace es bueno, entonces se publicará, seguro. Tarde o temprano. Es más, te puede asegurar que todo los publicado como libro, lo fue sin que yo lo buscara o quisiera, sino por circunstancias diversas y porque la ocasión vino a mí, sin yo buscarla. Yo sólamente tenía los escritos ahí, como tengo otros, esperando editarse, o publicarse. Algunos de mis libros se pueden todavía conseguir en las papelerías o librerías de Llerena, por ejemplo, y ya que la entrevista la haces para gente de aquí, aprovecho para decirlo.

P. ¿Qué estás escribiendo ahora?
R. Bueno, en estos últimos meses estoy acabando un poemario llamado El alto vuelo del gato, que quiero que salga para finales de febrero, o, como muy tarde, para marzo. Serán como unas 400 décimas. La décima o espinela es un tipo de poema clásico en la literatura castellana, que se cultiva hoy mucho en casi toda Sudamérica: Cuba, Venezuela, Chile, etc. Las décimas que he escrito para ese libro son satíricas, burlescas y críticas, un juego verbal o con la lengua, como toda mi poesía. No tanto para expresar mis sentimientos, sino para despertar sentimientos en los demás, en este caso de risa o sonrisa, o la alegría como poco, que no es poco, como sabes. Creo que la gente que lea ese poemario se ría. Hoy día no se cultiva mucho el humor en poesía, cuando también es una constante en la literatura castellana. He elegido ese tipo de estrofa cerrada porque se presta mucho a la intención de lo que digo. La forma responde, así, a lo que los críticos llaman el fondo, o los temas. Aunque siempre estoy escribiendo o liado con más de una cosa. Escribo, también, por estos días, un ensayo sobre Catalina Clara Ramírez de Guzmán, una poetisa llerenense del siglo XVII, muy poco leída, muy mal editada, y de una obra interesante por su tremendo humor y su suprema ironía. Trabajo también, retocándolo, porque tal vez lo publiquen en otoño, un libro de relatos llamado Las Miradas de Través, del que, en la Revista de Carnaval, de Llerena, he publicado un relato adaptado.
P. Bueno, pues muchas gracias por contestar mis preguntas y, finalmente, si tienes algo que añadir…
R. Las gracias a ti. Y poco más, sino que este trabajo de la asignatura de Lengua te salga bien. Espero haberte podido servir como querías y para lo que querías. Creo que las preguntas han sido directas a la materia que tratamos y que tus preguntas han provocado que dé respuestas completas, a fin de que, globalmente, tus compañeros de clase se puedan hacer una idea de lo que hago como escritor. Muchas gracias, Mario.

1 comentario:

  1. Agustín, hacía tiempo que no me pasaba por tu blog y ya se me había ido de la cabeza que tenía ganas de leer algúno de tus libros, se pueden conseguir aún en librería o está jodida la cosa? Saludos.

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Hay algo que se llama libertad, y que debes ejercer libremente. Así que distingue bien entre las ideas, los sentimientos, las pasiones, la razones y similares. No son respetables; pero cuida, que detrás hay personas. Y las personas, "per se", es lo único que se respeta en este lugar. Muy agradecido y mucha salud. Que no te canse.