23 de diciembre de 2007

JULIEN GRACQ

Descanse en paz y gloria a sus libros, este maestro libre. Julien Gracq era, en algúnos aspectos, mi maestro, sobre todo en el distanciamiento del poder y de las poltronas, a que tan viciosos son los poetas y escritorzuelos españoles... Si rechazó premios, por los que otros venden el alma y cuerpo, no digamos lo que decía de los premios competitivos, ¿ei, Álvaro?, en cuyos galardones basan otros su carrera literaria, o toda carrera y calidad, ¿ei, Alvarito? Cuando todo premio depende del dolor de barriga que tenía algún miembro de jurado ese día, del tiempo, o de la intención de cinco o siete, como mucho, señores o señoras que opinan que alguien es el mejor, por sus caras, sus gustos o sus peteneras. Que los premios no valen nada, como dice el tango... Que son como las chuches momentáneas cuando niños. Nada dicen de la calidad, que eso es otra cosa y se muestra andando en una obra, o en toda una vida de obras...

Après avoir publié en 1950 dans la revue Empédocle un pamphlet féroce, «La Littérature à l'estomac », sur la situation de la littérature et sur les prix littéraires, Gracq reste cohérent avec lui-même et refuse l'année suivante le prix Goncourt pour Le Rivage des Syrtes, ce qui provoque une tempête médiatique.

En fin, los premios como infame mimetismo de la competitividad capitalista, lo mismo que el fútbol.
Otro francés que admiro, en esto del premiaje, es Sartre, que rechazó el rimbombante premio Nobel, como debe hacer un hombre honesto...
Por ello uno toma esto de los premios como el discreto algodón que pasa por sociedades, y si resulta que manchan de premios, pues difícilmente pueden ser democráticas, socialistas, de izquierda y eso que se autoproclaman sus líderes, tan al ligera..., y muchísimo menos libres, o libertarias, que eso lejísimo de premios y prebendas, claro.

Pero claro, es la calidad de la obra la que cuenta. Por ello los premios están en las antípodas de esa calidad. Mientras más premios, más malas calidades en las obras. Eso matemático. Cosa de proporción aritmética, creo.

NOTA POST FECHA.- Ya me temía que un artículo, o algo, de este diario de entreradillos comenzase así sobre este autor, que no interesa a la chusma sabida, interesada y escribida de la retroprogresía de hoy, la dominante en mando, digo... Como poeta dice el crítico, que dice, en su único libro de poemas, en el que propone como única moral válida para un escritor un individualismo entre aristocrático y libertario... ¿? ¿Éste habla de poesía o de moralina, política barata o de qué...?

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Hay algo que se llama libertad, y que debes ejercer libremente. Así que distingue bien entre las ideas, los sentimientos, las pasiones, la razones y similares. No son respetables; pero cuida, que detrás hay personas. Y las personas, "per se", es lo único que se respeta en este lugar. Muy agradecido y mucha salud. Que no te canse.