9 de octubre de 2007

MÁGICO PRÓDIGO 14

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MUERTE

Con infinito horror vio, ya desde la más tierna infancia escolar, su vida en el tomo de ciencias naturales: nacer, crecer, reproducirse, y morir. Tal como los cefalópodos, las ranas, los lameribranquios y los cánidos. Cuando recordó esa revelación, ocurrida a temprana edad del crecimiento, era un adocenado padre de familia, esforzado y sufrido en el trance reproductor, criador de los nacidos, que a su vez crecerían, se reproducirían y morirían.

En estas se dio cuenta de su vulgaridad, de su estupidez y de su nada, con más ardor que en aquella clara mañana de colegio, cuando la maestra desgranaba el rosario de su desasosiego, de su eterna ansiedad. No obstante, con mucho contento, esperaba el final: morir y se acabar.

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SILENCIO

Si cada individuo hablase de lo que entiende, y de nada más, habría un gran silencio que podríamos aprovechar para el estudio, por ejemplo. O para dormir, meditar, rezar, ver flores, ser, descansar, y otras cosillas de agradecer.

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MACHO

Según una mujer el macho era un ser ridículo, que en lugar de tener unos colgajos en el pecho, como todas, los tenía en la entrepierna; pero mucho más pequeños, arrugados, extraños y oscuros, además de con pelos, más bello vamos, a lo que empeoraba otro cuelgue por el que orinaba, de dimensiones diversas según el tipo y el estado anímico del sujeto que se tratara.

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MUJER

En opinión de un hombre, la mujer era ser anómalo, con dos protuberancias carnosas alrededor de las tetillas, de volumen variable según el tipo de hembra, edad, etc. Más raro consistía su carencia de testículos y pene, lo que atribuía al enorme hachazo recibido en la entrepierna, del cual daba señas la grande cicatriz vista en su claridad, y consecuencias, cuando se espatarraba, bordeada de pelos, con más abundancia en el pubis, claro, por el sudor de su vientre.

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BLANCO

El negrito llegado de África llevaba con orgullo aquella camiseta de los ostentosos colores, con un escudo chillón, perteneciente a un escudo de fútbol. La usaba como indumentaria diaria y para vestir con dignidad. Sobre todo desde que oyó hablar del equipo blanco. Eso sonó fatal en sus miedos racistas.

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Hay algo que se llama libertad, y que debes ejercer libremente. Así que distingue bien entre las ideas, los sentimientos, las pasiones, la razones y similares. No son respetables; pero cuida, que detrás hay personas. Y las personas, "per se", es lo único que se respeta en este lugar. Muy agradecido y mucha salud. Que no te canse.