24 de enero de 2017

DUDA







Escribir, tratar de crear algo hermoso, en la línea de verdades, bondades y bellezas de los clásicos, para una sociedad tan inmensamente putrefacta hace, a cualquier creador que se precie, dudar de si hace lo correcto, lo merecen, es justo, se debe...
Y no es que uno se erija en sabio juez supremo de todos, no. Nada más alejado de eso. Es lo evidente, lo que no puede obviarse, lo que penetra no ya por los sentidos todos, embelesados y alelados, de tanto cretinismo y contundencia como el Mal, el Crimen, perfectamente organizado y votambreado, realiza, en plena luz del día, sus facatúas. Es evidente el cinismo de ese crimen y de esos criminales que, mientras obran y ejecutan la faena, la niegan o justifican de forma apabullante.
Y no es que me haya convertido en uno de esos moralistas al uso, que trabajan duro para justificar todo el inmenso tramado de delitos, crímenes, barbaridades, males. Es que me planteo si esa casi totalitaria gentuza merece algo verdadero, bueno y hermoso. Y la otra duda es si lo entenderá.
Uno sabe, ya de largo y desde chico, que en las pelis y en las historias y cuentos, o similares, solían ganar siempre los buenos. Ahora como en el subgénero de la novela histórica, esa soflama inaguantable, los que ganan son los buenos que interesan a efectos de envenenar a la gente en que si lo impuesto como Estado, Sociedad, Valores son el único camino, y no hay otro. Por eso detesto la llamada novela histórica, por ser un género suciamente concomitante con o que llaman realidad impuesta por la Familia, PPropiedad Privada de Medios de PProducciones y ese Estado Absoluto. O sea, el subgénero, en si y por sí es una urdimbre formal simplista y tontalaba, eso, una caca de subgénero literario narrativo, como la novela del oeste, que se usa para ideologizar y tarar a la gente. Que ha de tragar con las verdades impuestas por la Historia como ciencia absolutamente verdadera, buena y guapa...
Por ese ardid y otros cucamonas en el cerebro atrofiado de casi toda la tropa, supuestamente intelectual, arde el mal, la falsía y lo feo, que es indudable que penetra todos los lugares y manifestaciones culturales que matan.
Sólo entendiendo esto así se comprende como se le muestra e incluso se llevan años telelevisándole a la gente los horrendos crímenes que la OTAN, sus aliados, interesados, miembros y demás, incluso retransmitido todo en directo, todos los crímenes. Y no pasa nada. La moral de la gente lo entiende y apoya. Ocurrió con la primera guerra de Irak... Siria ha sido donde la sustancia del Mal se ha recreado en demostrar su vesania. Y máxime en crear un estado musulmán, islámico le llaman tozudamente y erre que erre,  la mentira se hace verdá..., de pega, crear una cosa llamada ISIS, e incluso los europeos y yankis han tenido la suerte de que no pocos de sus hijos adolescentes, deseosos de aventuras, pa matar y asesinar libremente, se unieran a esos tarados que llaman Estado Islámico... Incluso vestidos por el Corte Inglés, oye.
Semejantes imposturas, falsedades y barbaridades contra la humanidad, contra la inocente gente de abajo, han sido posible por esa propaganda llamada Historia, retorcidamente efectiva en el sugénero literario llamado novela histórica y la Tele, en sus pelis, informativos, ppropagandas. Que toa esa mierda es Novela Histórica del Tiempo Presente, mira tú...
Esto es un apunte, un adelanto, una duda sobre qué hago como escritor, poeta, creador, artista..., sumergido y callado en esta terrible caca de falsías, maldades y tan tan horrenda sociedad vista desde Arriba y por lo que maquinan y ejecutan los de Arriba, esa torva y mala gente que marca, con ejércitos de mercenarios viles, caminos de destrucciones ante mis miradas... Y toa esa recua de lectores, aparentemente cultos porque les gusta la Historia y venga Historia y toma Historia, como falsificación del todo, y contra la vida y la misma biología... Huele demasiado a nazi, que amaban la Historia con pasión cenital y religiosa, mira tú..., como imposición absoluta de su mentira totalitaria.

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