4 de diciembre de 2016

NO VIOLENCIA

El sábado pasado fui agredido, una vez más, en Llerena, por casi la misma gente que hace dos años. Gente falsaria, mala y fea. Y con gente me refiero al talante ese que el genio Zapatero dijo.
Pero lo que no es de recibo es que tanto hombres como mujeres cabales permitan, con sus silencios, e incluso apoyos callados, y del amiguismo en facebook, este tipo de agresiones que resultan, desde todo punto vergonzantes y vergonzosas. No ya por ser uno el agredido, sino por sí mismas y la cutrería sucia que encierran.
Los hombres porque deben reconocer que son hechas con cobardía y vileza, amaño y faltas de todo en todos los sentidos morales y éticos, incluso estéticos. 
En cuanto a las mujeres, de las que uno espera mayor apoyo, sobre todo por decir ellas que son víctimas de la violencia machista, dicen, el no manifestarse claramente a mi favor y contra los agresores me está demostrando que eso es falsario y parte interesada o cretina, cuando no memez al cubo. 
La violencia no tiene adjetivos, no es machista ni feminista, o si los tiene puede tenerlos todos perfectamente. Y así puede haber violencia de machotes o de mujerucas que los paren, crían, aman y miman. A mí la publicidad al uso no me vale.
Todo violencia física y material carece de verdad, bondad y hermosura, por ende es rechazable, siempre y para todo. Salvo de esas seminstintivas posturas a las que se acude en grados de ansiedad, locura, pérdida de todo, miedo extremo...
Ya sé que mucha chusma rechaza mi forma de expresarme contra el fascio y todas sus guaridas, sean mentales o físicas. Tengo un riguroso y ético sentido del criterio, siempre razonado y matemático, lógico y sin paliativos para determinar el mal, lo falsario, la madad en todos sus cubículos y eso tan feo que trata de decir y mostrar que to es relativo, que si no tengo la verdad, que si la verdad depende, que si que si..., y esos quesís, mientras, matan, violentan, pegan, roban, matan...
NO, lo ocurrido el sábado en el pub Chaplin  de Llerena fue un alto delito del todo, contra todo lo humano o más. Quien lo quiera relativizar es o un colaborador necesario de ese crimen o alguien tarado en extremo. Nada justifica el acoso, las injurias, los insultos, las amenazas, la chulería, el todo de un suceso, conculcando la intimidad, como es el caso de una cámara de fotos, que esa es otra de los delitos derivados, en los que la llamada Ley es obsoleta o nula en su carcundiez y carcamal sistema de valorar. Porque, a las veces, robar un material como un ordenador, un teléfono móvil o una cámara de fotos también es robo de la intimidad de una persona, como si fuera -o peor- robo en su casa. 
Y lo más curioso es que esos criminales o delincuentes cobardes, lo hicieron en el tumulto de una fiesta y durante la actuación de un grupo musical y en un local sagrado en Llerena, por su apoyo a la música en directo, y mientras uno andaba ocupado en hacerlo muy bien: grabándolo. Sufrí acoso de uno, que impide pasar, amenaza, injuria, chulanguea, no vale pa más..., y busqué la revuelta, entonces otro se abalanza con un puñetazo en la cara, un pescozón violento que me daña la boca, dos rodillazos de muerte, para tarar mis piernas y que caiga, y empujón contra el mostrador, que es mi refugio del dolor y donde choco, con fuerza tanta que aún dura el moratón... Y mientras no dejé de grabar con esa especie de trípode/jirafa que uso. Incluso grabo a uno que me amenaza de muerte y se me pone delante, posiblemente grabo el puñetazo; pero el bamboleo de la imagen pillan lo otro...

Algunos buenos amigos me dicen que no diga nada por internet, que me calle, que es mejor, que si esa gentuza no merece nada más que el silencio y que ya tienen -en como son- su mayor castigo. Y no soy partidario de eso, menos en una población como Llerena, elegida por sus gentes para vivir tranquilos y confiados, en verdad, bondad y belleza, y que es hermosa, buena y muy verdadera. Permitir y NO señalar a la gentuza que ensucia todo con sólo respirar, es lo contrario de lo que soy, de lo contrario de lo que creo que somos o queremos ser. Es plegarse al miedo a cuatro mangantes, chulos, tarados, violentos, kikis, valerianos y najas de turno. 
De todas formas, como he acudido al juzgado, pues espero que la Justicia sea veraz, bondad y guapa.


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