27 de agosto de 2014

ALCAGÜETES AL PAIRO





Corrige al sabio
y lo harás más sabio.
Corrige al necio
y lo harás tu enemigo.

Proverbio popular chino


En definitiva este es un sitio donde se trata de literatura. Esto es, del arte de la palabra, de la poesía, en concreto, que es pura palabra y en manera alguna sentimientos y to eso que dicen los que no saben y matan.
Esos que no saben y matan, callando, creen que las obras clásicas son una lista que el Poder y la Pasta, y sus serviles porculizados, ha elevado como importantes, por el morro, y por eso valen y son importantes. Y se estudian en el cole, y se habla de ellas y son de lectura obligada y to eso que dicen los que no saben nada. Y no me refiero a la gentecilla, sino a la gentuza titulada, y sobre todo a esos docentes de chusco y tentetieso, con mucha soberbia y trepa.
Creen que El Lazarillo, o Lazarillo, es un clásico guay por el morro, y porque sí, y porque lo han estudiao, o por la cuatro mojigangas que les dijeron en la facultad o escuela. Y no por sus inmensos valores creativos, el uso acertado de la palabra en todo momento, y la estructuración de un análisis de la mollera de los necios, los de Poder y Pasta, en este país per secula seculorum. Aunque lo escribieran en el siglo XVI. Y quien dice en esta país también se refiere al universo mundo. Sobre to al mundo de los barbianes, trepas, necesitaos y asimilados. Pero sobre to derechuzos de la PP o su P$OE, para ser muy certeros.
Ver a un Lázaro de Tormes que es preguntado, con vergüenza ajena y admiración, por una dama, la vuesa merced, que por qué acepta vivir cómo vive y su situación personal, social, laboral, económica...: vive con una señora, con la que está casado, a la que se beneficia un canónigo de Toledo, o cargo político de la época, que además la ha preñao de varios bastardos, que él cría, mima y limpia cacas y mocos, a su nombre, y encima trabaja pal dicho berraco clerical y le predica, vocea, publicita, vende, y anuncia sus vinos por todo Toledo.
Y Lázaro de Tormes, encima de todo ello, le contesta que ha de estar agradecido, inmensamente contento, feliz y como muchos quieren vernos por vivir en esta sociedad y en aquella, y bien por lo que tiene. Y para que que la vuesa merced, que de seguro queda atónita, comprenda y entienda, aprenda y apalpe, Lázaro de Tormes va y le casca su vida y sus heroicidades, sucesos, aventuras, heroicidades, guerras de troya y de la otra, en una sociedad purulenta, hipócrita, cucufata, antoñita, morgaña, podrida mayoritariamente, que elige y alaba a los peores y serviles, a los alcagüetes de alcurnia, pa servir al mal supremo y la estupidez sórdida y cretina, manifestado -como siempre- en el Poder Supremo y su Pasta Suprema, en los pelagatos que los rodean y sus predicadores, justificadores pa vivir y demás acólitos.
Y esta es una lección de Lazarillo de Tormes, una  de las muchas. La renuncia a la libertad personal, la esencia de la dignidad, y a su negación, incluso. A favor de lo estrablecido como verdad suprema, bondad generosa, menos mala, e incluso belleza.
Por ello no es nada extraño, como ha demostrado la colega con contundencia investigadora, que El Lazarillo de Tormes es obra de un alto conocedor, honesto, cabal, íntegro, inteligente, de la jerarquía eclesial, política, económica, social... Aunque siempre habrá alguno de estos listos o enemigos del bien, que le callará, le achacará, y le tratará de ensuciar con aquello de que si era pagado por esa jerarquía, en cierto modo era también ella. Semejante mierda hemos de sufrirla quienes estamos atrapados por la chusma y lo que sus jefes y mandamases y señoritos han construido, y hemos decidido sobrevivir con libertad y honestidad. 
Que el saber popular real ha resumido el Lazarillo de Tormes, por ello está sembrada de saber popular la novela picaresca, en este aserto, a fuer de grosero, acertado: Dicen que cuando un señorito andaluz estaba dando porculo a uno de sus sirvientes o lacayos, o asalariados, y en el fragor del cucufateo porculizante, el sirviente o servil fue y se volvió para atrás la jeta y le masculló al furioso sodomita: perdone el señorito que le esté dando la espalda.
Y esto lo cuento porque, esta vez ha sido la enésima, que un gran baboso de la cuerda de los serviles, me ha echado en cara que si un amigo que conozco, tras la desgracia de tenerse que jubilar por gravísimas enfermedades, causadas por gentuza de orden y servil, como condición de su honestidad, inteligencia, verdad y bondad -reconocidas por el mismo Poder y Pasta- recibe parca paga del estado que manda y nunca lo dejó ser libre, por sus servicio y el mal que ese mismo estado reconoce haberle causado. Y el canalla baboso encima dice cosas como que si le pagan de los impuestos que el estado cobra a los pobres, como si fuera -este mi amigo- enemigo de pobres y debiera discernir si lo que le debe el estado procede de un sitio o de otro, encima. 
En fin que ese mentecato, cutre y demagogo, como todo necio, falso y alcagüete, está en la idea y estado mental de Lázaro, que es al que critica, quien cuenta su historia, que encima de estar cabroneao, pervertido, fostiao y jodío, debe estar contento y agradecido. Y aunque vuesa merced lo condena, tácitamente, por un sentido infinito de bondad y amor evangélico, y comprende en sus miserias infinitas, en su lacayismo a tope, en su pobreza mental y hasta en su sabiduría cutre de esclavo voluntario. Pero esto del esclavismo voluntario es tratado del mismo siglo, ¿curioso, casual, signo de los tiempos?, que escribió un noble francés, pocos han leído y casi nadie entendido en su profundidad. Pero la soberbia de la opinión y la creencia de la chusma actual, que hoy domina, es así. No existe la inteligencia y el saber, la verdad y la belleza o bondad del criterio. Todos prefieren ser Lázaro a tope.
España es ansí, dicen.

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