12 de abril de 2014

RÉGIMEN





Este régimen de muerte se definiría, en lo esencial, en permitir hacer de cualquier necesidad negocio. Incluso crear la necesidad para trincar el negocio. Y sobre todo en incentivar la creación de necesidades básicas para atrapar a la gente en eso y maltratarla, esclavizarla, falsearla, desvalorarla y no atender esas necesidades con cordura y derecho. Y basar todos los ringorrangos en esa sabiduría cucufata, que maneja a la gente según sus necesidades. En eso se resume la ideología capitalista. Si es que a eso se le puede llamar ideología sin insultar una mínima inteligencia. La inteligencia es siempre buena. Las ideas también lo son, y el capitalismo ni es inteligencia ni es idea. Es el ramalazo más feo y sucio de la especie humana, quintaesenciado en estas alturas del devenir humano en lo que morimos y vivimos estos tiempos. En esa aberración simple de especular con las necesidades del otro, aprendida tal vez en eso que llaman el oficio más viejo del mundo, la prostitución, como mercadeo crudo con una necesidad que no es tan esencial... Crear riqueza para especular con la necesidad, sobre todo con las básicas: vivienda, comida, ropa... 


Y sólo se solucionará cuando alguien disponga prohibir taxativamente, con las peores penas, el hacer de esas necesidades básicas y elementales de cada persona, capital o negocio, o riqueza. Alguien o grupos de gentes concienciadas y que disponga que nunca más se debe hacer negocio con necesidad básica alguna. Con lo cual sí podrá subvertirse todo el sistema de valores imperantes, basados en esa enorme canallada de hacer de las necesidades básicas y elementales negocios. 

Cuando esto es explique en la escuela, en la calle, en la tele, en internet; así de crudo y verdadero, los escolares, ciudadanos, televidentes, usuarios y demás lo reflexionarán y aprenderán que es abominable. 

Pasa que nadie lo expone así de claro, nadie explica qué es el capitalismo, como medio y forma de asesinato del otro, explotación del otro, uso de los demás y sus necesidades, basado en sus necesidades elementales y esenciales, para hacer caja. Explicado así de clarito la cosa admite pocas defensas. Es una forma horrenda de vivir y vergonzosa en todos los órdenes de la vida, que convierte en muerte real todo lo que toca o encenaga.

Alternativo a eso debe ser primero la taxativa prohibición de negociar con necesidades esenciales: vivienda, comida, agua, ropa y enseres elementales... Eso lo marca el sentido común más elemental. Lo que se provoque con eso, el modo de organización de la economía, la política, la justicia y etc., será algo que debe estar basado en eso esencial: NO especulación para ganancias, negocios, matracas diversas subrepticias y etc. No hablo de socialismo, ni de comunismos, ni de nada conocido, sino de una vida no marcada por la inercia de que la atención de las necesidades esté sujeta a precio y compra, venta y todo eso, con lo que el famoso Mercado se va a tomar por culo; para pasar a ser otra cosa. Y así todo.

Sí se podrán hacer negosios con caprichos, lujos, y cositas similares de carcamales al peso capitalista. Hasta que incluso eso mismo pase al recuerdo de una mala vida.

Foto.- Del viernes pasado, desde un autobús de línea y por el campo extremeño.

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Hay algo que se llama libertad, y que debes ejercer libremente. Así que distingue bien entre las ideas, los sentimientos, las pasiones, la razones y similares. No son respetables; pero cuida, que detrás hay personas. Y las personas, "per se", es lo único que se respeta en este lugar. Muy agradecido y mucha salud. Que no te canse.