8 de julio de 2013

COLIBRÍ




Alguna vez escribí que Llerena era ciudad pajarera y con historia. No lo decía en vano. Mi paisano Vidarte dijo que era ciudad con historia y hambre. Puede que eso del hambre vaya referido a que no se ha modernizado como otros sitios, y la naturaleza ha permanecido más sana.
No sé si es por esa cavilación o por cualquier otra; pero esta tarde, en mi paseo vespertino, casi habitual, me he encontrado con un colibrí. Un pajarito diminuto que revoloteaba entre flores silvestres. Me acerqué a hacer fotos a unas flores azules, que ya creí que estaban arrasadas por la calor, y cuando estaba en esas, noto el zumbido de un moscardón. Eso es lo que creí. Que no era moscardón. Así que puse la cámara en sentido vídeo y filmo al bichito. Cuando lo hice me daba cuenta de la extraña forma, y de la confianza conmigo. Pues me revoloteó todo de arriba abajo. Incluso llegó zumbar cerca de mi cocorota y auscultó una oreja. Fue ahí donde me di cuenta de que era un pajarillo superpequeño. No más de tres centímetros. De color marrón claro con el lomo de manchas blancas y oscuras. 
Esperé venir a casa para ver lo que filmé. Efectivamente, está clarito. No es ni un moscardón, ni otro bicho. Es un colibrí claro y volando. Pese a que el programa que uso de montaje es muy elemental. Mañana, tranquilo, lo veo con uno que permite casi fotograma a fotograma. Y ahí estará más claro. 
Los antiguos hacían lecturas de estos sucesos de las aves por derredor de uno. Sus encuentros eran interpretables para la vida y el ser de uno mismo. Interpretaban los arúspices el porvenir y los sucesos, por sus vuelos y comportamientos. No sé qué me dirían de este suceso. Mi encuentro fue casual. Al borde de un camino, entre las flores de la cuneta. Mi orientación era mirando al sureste. El pajarillo, el colibrí, cuando se largó, lo hizo para el este, aunque viró de varia forma y lo perdí de vista en esa zona del horizonte. Esa fue la dirección general que tomó. Y luego todo eso de revolotearme, de no temerme, y dejar que lo filmara... Porque, aunque hice fotos, no se le ve. Debe ser de lo rápido que volaba o que debo ver con detenimiento esas fotos. 
En fin, las aves como símbolos del alma, o de las almas. Y el colibrí como el mismo aire y el mismo esencial vuelo. No lejos está el cementerio.

3 comentarios:

  1. Una preciosa mariposa esfinge (ibérica al 100%), ha suplantando la personalidad de tu colibrí extremeño y te ha engañado, Agustín. Lo que no quita un ápice de magia ni de poesía al encuentro. Un abrazo.

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  2. Te recomiendo que te centres en describir los sentimientos que te surgen cuando paseas por los paisajes de tu cercana Llerena, ¡no sabes lo que me gusta leerte entonces! Olvida tanto negativismo y desengaño humano, la naturaleza todo lo cura y el cementerio se aleja.
    Besos míos y de Julián desde Madrid.

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  3. amiga María: agradezco tu conseja; pero te tengo algunas consideraciones:
    1.- mis sentimientos son varios y de vario contenido, cuando paseo o no, y no recuerdo que los haya traído acá, si acaso pensamientos, razones, criterios, que me huelga (en su sentido de gozo) que te hayan gustado
    2.- a poco que leas bien no hay ni negativismo ni desengaño humano en nada que haya escrito, eso es el tamiz con que lo lees, el pertinaz "examen", tu interpretación o recepción
    3.- la alusión al cementario, en este post, es algo que no debería escapar a persona docta, que sabe de almas y de sus vuelos, bien en forma de pájaro o de otra cosa, es un guiño vital, no lo contrario
    4.- la naturaleza no es un lenitivo consuelo de nada, o pa limpiarse caca alguna, como suele verse desde las capitales, que el hombre hace para mal de todo; esta visión si la estimo, per se, muy negativa, y no es nada personal, sino que está muy extendida, para mucho mal de todo..., y así uno está viendo como invaden campos y zonas y hasta parques nacionales, para pervertirlos y "curarse" de males que no tenían que haber contraído, con una forma adecuada de vivir y organizarse de maneras económicas, políticas, sociales...
    5.- no soy persona que se esconda o enroque en ese egoísmo del mimé-conmigo, ultraconservador, por otra parte

    finalmente decirte que soy persona comprometida con certeras causas, no un trepa social, ni un mentecato pueblerino que debe hablar de su entorno como "lo mejón", eso nanay; mi campo, mi patria, mis paisajes son mis palabras, la palabra, tal vez éste, inmaterial o digital sitio, que NO está en parte alguna, mi casa y mis cosas

    gracias de nuevo

    besos, pa ti y pal Julíán

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Hay algo que se llama libertad, y que debes ejercer libremente. Así que distingue bien entre las ideas, los sentimientos, las pasiones, la razones y similares. No son respetables; pero cuida, que detrás hay personas. Y las personas, "per se", es lo único que se respeta en este lugar. Muy agradecido y mucha salud. Que no te canse.