18 de diciembre de 2012

ESPERANZA







Debemos decirnos, como el sabio Zapatero, que la crisis no existe. Bueno, eso que realmente es estafa de los bancos, el capital y sus mercados. Y que los brotes verdes de esperanza, o del Betis, pueden aparecer alguna vez. Atentos. A lo menos a él -al gran sabio Zapatero- no le ha ido mal del todo, con esas creencias, que parecían tontunas en un hombre tan votado. Que me dicen y que es creencia santísima, y me juran que los votos masivos y mayoritarios dan la sabiduría, la bondad y la belleza. Y que to lo que nosotros veamos como feo, malo y torpe no son más que errores por no ser $ociatas o peperros.
Porque ya no hay escuela. La escuela se ha convertido en una guardería grande hasta la edad en que los nenes y nenas se echan pal monte a triscar y competir y trepar por encima de quien sea. Educa en valores el deporte, o la publicidad y los medios varios: desde el cine a videojuegos. El valor de la competitividad, no el del apoyo mutuo, eso es mu malo para todos. Luego tal vez vendría la calle y el ejemplo de la gente mayor: tanto esos 24 millones de votantes al PP$OE, que tan bien lo han hecho y nos ha traído a este lugar oscuro y tétrico donde se está tan bien. Cuya consigna es hacer de las necesidades Negocios. Y sobre todo con las necesidades derivadas de la justicia, la educación y la sanidad. Tres inmensos campos en donde el capital privado trinca grandes fortunas para el bolsillo privadísimo de grandes mafiosos. Y todo con el contubernio del Poder Político, y todo ese Poder Político bendecido en su verdad suprema por los votos de tanto botarate. En esto la Biblia llevaba razones: los torpes son millones como las arenas del mar o las estrellas del cielo.
Toda la solución estriba en una sóla ley: aquella que impida hacer de las necesidades básicas Negocios. Y que esté taxativamente prohibido hacerlo con la justicia, la educación y la sanidad. Y cuando lleguen a esto, acordarlo y pedirlo a un unísono, todos esos que berrean por calles y plazas, de dolor y pena, de cabreos o indignidades, esto podría verse verde, esperanzado.

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Hay algo que se llama libertad, y que debes ejercer libremente. Así que distingue bien entre las ideas, los sentimientos, las pasiones, la razones y similares. No son respetables; pero cuida, que detrás hay personas. Y las personas, "per se", es lo único que se respeta en este lugar. Muy agradecido y mucha salud. Que no te canse.