29 de octubre de 2009

LA POESÍA HOY



Que la poesía, la buena poesía, es una de las formas, sea leída o escrita, de la más excelsa de las artes y gozos, que nos recuerda el ángel que fuimos y que estamos llamados a ser, que dignifica la humanidad… No sé si seguir, en estos tiempos en los que los padres y madres de familia, los abuelos y los vecinos, educan a los niños en un vergonzante practicismo del tendero de la esquina, ramplón, vano y cretino. Bueno, el tendero ya desapareció, así que digamos al mercachifle del super midiendo y pesando cada ganancia. Los colegios, las teles y demás partícipes en la domesticación, adoctrinamiento y crianza (todo eso que llaman educación) para que todo vaya a peor, de la cándida juventud, han acordado, al unísono, cargarse todo lo que sea poesía, en aras del éxito y el dinero, esto es, de la estupidez y la vacuidad, el engaño y el crimen. Eso sí, democráticamente realizado. Tal como se eliminan bosques, se contaminan ríos o la propia sangre de los individuos. Todo sea por ese dios raquítico llamado dinero. La Biblia, hermoso libro de poesía antes que todo, y el becerro de oro (uno de sus símbolos) me traen recuerdos de perdiciones, enfermedades, crisis. Pero, ¿quién hace caso hoy de la Biblia, esa antigualla de miles de años (como piensan los sensatos del dinero), que todo lo más es poesía y está en clave metafórica y metafísica y todos esos artilugios de poetas inspirados por Dios? Desconsideremos que es un libro religioso.


Está tácitamente reconocido, es la Real Constitución, que hoy sólo vale quien tiene dinero (dicitur), incluso se piensa que sólo quien gana dinero – no importa cómo- es inteligente, aunque sea burro dándole vueltas a la misma y mareada noria de las monedas redondas. Los campos de exterminio nazis se hicieron para adorar a ese dios: el dinero. Lo que se olvida muy fácilmente por los que los recuerdan. La famosa guerra civil de la España de 1936 se hizo por el dinero y con el dinero de los canallas de aquí y allá, para ganar más dinero. La historia humana está llena de sangre y dinero. El mito del traidor Judas, las treinta monedas, la traición, la muerte…

Que el poeta, y el escritor en general, si es bueno, sólo tiene una preocupación: escribir, y hacerlo bien. Ese es su único cometido personal, social, político, etc. A poco que se conozca, con la perspectiva del tiempo, lo que les pasó, lo que hicieron los grandes escritores, todas esas telarañas de éxito, riqueza, fama, etc.,., cae del agujero por el que se empeñan -¿nos empeñamos?- en ver el mundo.

Consideremos dos de los más grandes poetas en lenguas castellana: don Luis de Góngora y Argote y don Francisco de Quevedo y Villegas. Todos convendremos que la poesía de ambos es excelsa. Pues bien, ninguno de los dos publicó un solo libro de poesía en vida, sino después de muertos, y en algún caso mucho después. Todo esto, que puede parecer insólito a los pardillos escribanos de hoy, o candorosos lectores, atrapados en el batiburrillo enclenque de manuales y enciclopedias del mundo de la fama , está más que comprobado. Ya lo mostró nuestro nunca bien ponderado filólogo y paisano, el ilustre don Antonio Rodríguez-Moñino, en sus estudios imprescindibles al respecto. Por cierto, que ya es hora de que las instancias institucionales publicaran todo su obra. Luego lo han corroborado –y corroboran- otros estudios en pormenor. Aparte de que es obvio que no existe libro de poemas de Góngora o Quevedo, en vida de estos. Es más, el clásico Garcilaso de la Vega, Fray Luis de León, Fernando de Herrera, ... Ninguno de ellos publica en vida. Ensimismados, tal vez, en escribir y hacerlo bien. Sí, sus obras eran leídas en borradores que corrían manuscritos de mano en mano entre la minoría interesada y de buen paladar. Tal vez la sombra de Virgilio, sin su Eneida acabada, pidiendo al César que la destruyera, pesaba sobre todos esos conocedores de los clásicos. No sé.

En fin, en el uso de la ironía, diremos que como ahora, vamos, como ahora, que la poesía por no encontrar encaje en el enmarañado y terrible mundo agresivo del Mercado, en donde se la quiere convertir en un producto más de consumo, como las habichuelas o el atún en conserva, vamos. La poesía está matada, sino muerta. Sólo sobrevive en las gloriosas catacumbas. Como siempre, por otra parte, como siempre, por fortuna: pero acechada de más tremendos enemigos: la publicidad que la usa para vender bragas o pan, y el rascaguitarra de turno que se hace de dinero merced a nombrarla mucho y hacerla poco. Don Sabina, como don Sabino de Arana, hace patria. A buen entendedor…


NOTA. Texto aparecido en Torre Túrdula, revisado convenientemente y en continua revisión, ya que nada es erfecto, sino perfectible y perfectamente provisional y síntesis imperfecta. La foto es una visión del cielo sobre Llerena en este otoño desde mi terraza.

28 de octubre de 2009

TRES JUEGOS EN LLERENA



LAS CINCO CHINAS

Es juego de habilidad y destreza manual, ejercicio y conocimiento espacial, visual y de reflejos, que prepara a los jóvenes y revitaliza a los adultos. Porque jugar no es privativo de la juventud, sino afán de toda edad, condición y sexo.
Los jugadores, sentados en el suelo, han cogido previamente cinco chinotes bien redondeados, de un tamaño un poco más pequeños que una almendra, y el doble que un garbanzo, bien de la arena de una obra o del campo. Echadas suertes, el primer jugador, con los chinotes en las palmas de las manos, los tira hacia arriba, con la habilidad suficiente como para volver a cogerlos todos de una sóla vez; pero volviendo las manos del revés, juntándolas y en el envés. Así hasta cinco veces. Finalmente las deja caer al suelo, donde está echado o sentado y coge una de las chinas y, con una mano, ha de ir tirando ese chinote hacia arriba y atrapar las que hay en el suelo, sin soltar ninguna en ningún momento. Ha de cogerlas una a una. Hecho eso hace la misma operación, una vez arrojadas las piedras al suelo al azar; pero cogiéndolas de dos en dos, de la misma forma que las anteriores, esto es, sin soltarlas; luego, de la misma forma ha de coger en grupo de tres y de una. Finalmente el grupo de cuatro chinotes. Como al arrojar las chinas al suelo caen azarosamente, pues el jugador, para poder cogerlas en grupo de dos, ha de ir tirando la piedra que elija hacia arriba e ir acercando las dos chinas que quiera coger, lo mismo hace con las tres, y finalmente con las cuatro.
Superado eso, el jugador pone los dedos de una de la mano, generalmente la izquierda, o al revés si es zurdo, extendidos sobre sus puntas sobre el suelo, como si estuviera presionando el mismo suelo con los dedos muy abiertos. Antes ha tirado las chinas a voleo y cogido una. Ha de ir metiendo cada una de los chinotes por cada uno de los cuatro huecos que se forman entre dedo y dedo. Después, arrojando nuevamente las piedras y cogiendo una, ha de introducir las demás, de dos en dos, por el arco que forman los dedos pulgar e índice, apoyados en el suelo, en la forma anteriormente descrita. Luego ha de colar por ese arco el grupo de tres y una, y, finalmente las cuatro, con lo que gana la partida.
Aclarar que el jugador puede tirar la piedra que elija hacia arriba y, mientras está en el aire, va arrimando hacia la entrada, con la mano libre, las chinas, primero una, luego para hacer grupos de dos, luego de tres, de cuatro. Asimismo puede hacer esto para acercar las piedras a las entradas, no está permitido mover la mano cuando se inicia la fase de meter las piedras entre los dedos, la mano se sitúa en el suelo, con los dedos extendidos una vez que se han tirado las piedras, a juicio del jugador, sin moverla nunca.
Suelen jugar tres o cinco jugadores. Como es difícil que el primero lo haga de una tacada, sin equivocarse, o tenga mala (forma en Llerena de decir que no lo hizo bien), pues pasa al siguiente, y así, hasta volver al primero que sigue el juego donde se quedó, o en la fase que le cayó mala. Como hemos dicho gana el que antes realice las habilidades manuales descritas con las cinco chinas. Suerte y habilidad. Parece fácil, no lo es. Parece aburrido y estamos seguros que engancha más que los juegos de ordenador, con más salud y ejercicio, corporal, visual, de reflejos, etc. A ello. También pueden hacerlo los mayores. Es juego primaveral y veraniego, o bien al arrimo de una buena candela, fogón o estufa. Vale.

EL VERDUGO

Aunque este juego pudiere parecer cruel o un tanto bruto a los hipócritas mayores de hoy, no lo es en puridad, ya que ni hace daño ni crea odios; sino que educa en la ponderación, en la sabiduría de que una posición de fuerza es pasajera y hay que ser magnánimo, etc., aparte de las alianzas que se deban hacer, pues, a lo largo del juego cada jugador puede llegar a conocer la idiosincrasia de los otros, que es el fin último del juego: conocimiento para la vida y de los otros, aparte de a uno mismo.
Hecha esa digresión diremos que se llama verdugo a la taba o hueso de la pata del cordero, en pequeño, ya que hay una taba grande de ternera, o más de vaca. Este tipo de hueso ha sido utilizado en todo el mundo en juegos de azar, o juego como el que describiremos, con sus variantes.
Pueden jugar cuantos jugadores lo deseen. Se dispone de una correa, con la que se administran los castigos, o una cuerda en su defecto, que puede sustituirse por castigos con monedas u otro valor, para los que piensen en que eso de dar correazos en las palmas de las manos es algo violento, claro. Y se dispone también del verdugo o taba. Las últimas veces que jugué a esto lo hice con una taba de plástico, que me pareció curiosa. Será para vegetarianos...
Los jugadores se disponen, sentados en corro, en el suelo. Es juego de suerte; pero esa suerte da un poder donde se manifiesta la generosidad o mezquindad, el perdón, el odio, el miedo, etc., a niveles controlados, propios de juego, y donde la nobleza o la vileza hacen juego educativo, como la vida misma sin paliativos.
Sentados así los jugadores, tira el primero la taba, que puede caer de cinco posturas:
PANZA: si cae mostrando la parte abombada de las caras más amplias.
CASTIGO: si cae mostrando la parte opuesta a la panza, esto es, donde hay un hoyuelo.
REY: si cae mostrando la parte más plana de uno de los laterales menos amplios.
VERDUGO: si cae mostrando la parte opuesta al rey.
MUÑEQUITA: si algún jugador, al arrojar el hueso, consigue ponerlo sobre uno de los lados estrechos, o sea, el hueso apoyado en el suelo, apoyado sobre uno de los lados más estrechos y difíciles. Esto ocurre rara vez.
Si a uno le cae REY es el que ordena los tipos de castigos, que ha de propinar, con la correa, cuerda (o con entrega de dinero, prenda, etc.. Para los que desistan de lo que consideren violencia) los castigos. No recibe castigo si sale panza, ni premio ni nada. Si cae muñequita a algún jugador puede ser rey y verdugo al mismo tiempo y durante las manos que se haya acordado esto antes del juego. Hasta que vaya perdiéndolas a medida que vaya saliendo rey y verdugo a los demás. Cada vez que salga alguno de ellos pierde esas veces, hasta que cambia de manos al perderla todas. También al que le cae muñequita puede otorgar una de las dos cosas a otro jugador, que disfruta de la misma suerte: o rey o verdugo.
Los castigos que impone el rey suelen ser correazos en la palma de las manos. No suele ser violento, ya que cada jugador piensa que si castiga mucho a alguno, ése alguna vez puede ser rey, por suerte, y tomar venganza. Asimismo al que le toca verdugo procura ser comedido en la azotaína sobre la mano, ya que pueden responderle, de cambiar su suerte, con lo mismo.
No suele ser brutal, aunque suelen entrar en calor las manos, que se robustecen y preparan para las rudas faenas rurales o campesinas. Muy apto para los que quieran vivir el turismo rural a tope.

CARAVINAGRE

Es juego de bandos y bandas. Se reune el grupo de jugadores y echan pies, de la forma consabida y explicada más de una vez. Cada madre, de los que echan pies, elige a los componentes de su grupo, por turno, eligiendo primero quien gana a los pies. Una vez divididos en dos bandos, se echa una moneda al aire (u otro objeto) para ver quien se queda. Quedarse significa que es el bando que tiene que atrapar al otro.
Así que los que se quedan han de coger a los del otro bando y han de ir llevándolos a un lugar previamente elegido. Allá van formando hilera, dados de la mano y agarrados a algún sitio. Los barrotes de una ventana pueden servir, ya que el juego se hace en la calle, plaza o lugar abierto. Uno es atrapado y se le dan tres palmadas en la espalda, con lo que está quedado (atrapado). No se inicia la persecución hasta que la madre del grupo perseguido grita caravinagre. Asimismo se suelen hacer descansos, por alguna incidencia (caída, etc.) y el juego se para, reiniciándose al gritar caravinagre. Generalmente se delimita el espacio para huir o correr y no ser atrapado: una calle, plaza, etc. Si alguien se sale del mismo se considera quedado, o se queda.
Los quedados o atrapados van formando una hilera agarrados de las manos, como hemos dicho. Si alguno de los del bando que ha se ser atrapado llega a la hilera, sin ser cogido, y toca a alguno de la misma, quedan salvos y todos corren para no ser atrapados de nuevo. El bando que atrapa ha de cogerlos de nuevo. El juego termina cuando todos son cogidos, atrapados o quedados. Y se continúa, invirtiendo los papeles. Vale, ¡caravinagre!

NOTA. Apareció en el número 8 de Torre Túrdula, en donde recopilé como más de cien juegos populares en Llerena.

26 de octubre de 2009

QUEMAR LOS LIBROS PARA SALVARSE


Cuando uno es pequeño se deja llevar por los sentimientos primarios que afectan al bienestar exclusivo del pequeño ser humano que somos, y todo lo tamizamos a través de ese punto de vista. Cuando crecemos, maduramos, nos damos cuenta que hay otros, con intereses también, con sus puntos de vista desde el yo y el cuerpo en que se ubican. Los hay -los más- que nunca salen de esa trampa de la infancia, la de creerse el cuerpo del mundo, y que todo lo que sucede es por ti, en ti, para ti, contigo... Y, por ejemplo, si alguien actúa de una manera determinada y te hace daño esa actuación, la persona esa es mala, hace mal porque te lo hace... Me imagino que en ese proceso de maduración y crecimiento cualquier vivencia traumática marca el comportamiento en el futuro con los otros, marca la vida y la forma de actuar en lo cotidiano, marca los miedos, las manías. Y si uno, siendo ese niño que cree que es el mundo, ve y vive una violencia y unos hechos violentos, si en su alrededor y en su vida irrumpe la guerra social abierta y cruda, ese niño no llega a asimilar definitivamente lo que acontece, lo desenfoca, lo revive, queda en trauma que la vida no limpia sino que transforma y revive.

Durante mucho tiempo pensé que mi padre odiaba los libros, las revistas y todo lo impreso y que, de rebote, me odiaba a mí. Mi percepción y seguridad en eso fue la que desde los ocho a los trece años, más o menos, mi padre me secuestraba sistemáticamente mis tebeos -que en Llerena llamamos cuentos, o llamábamos-, y no sólo eso, sino que las más de las veces me los quemaba o los tiraba y desaparecían...
Conviene saber que para mí la lectura se fue haciendo vicio con los cuentos, comic o tebeos, según quieran llamarse y que me asocié con mi amigo Valeriano para poder tener suficientes lectura en todo tiempo. Y fue el caso que cierta vez, jugando con este amigo, se le rompió un hueso del brazo derecho, y como estaba con él, y fui el que le tiró de sus piernas, con lo que al caer resultó la rotura; pues contraí una especie de deuda personal y de amistad a muerte con él... Por aquel tiempo un accidente de este tipo tuvo que ser arreglado en Badajoz, con coste para la familia y todo eso... Incluso llegué a compartir con mi amigo la pobre paga dominical, cuando la hubo..., en una especie de reparación del daño del que me creía culpable por haberle tirado de las piernas y haberse apoyado en el suelo, de mala manera, que se le rompió el hueso... El caso es que a él le regalaban cuentos sus familiares, conocidos y demás, y que yo tenía cierta habilidad en una especie de trueque que se hacía con los tebeos..., cambiarlos que decíamos nosotros. De manera que si yo llevaba tres apaisados del Capitán Trueno, y uno tenía de la editorial mejicana Novaro, por ejemplo, del Coyote o de Rintintín o Supermán, pues yo le daba los tres del Capitán Trueno por dos de los mejicanos, aludiendo que eran raros, que eran peores, más aburridos y ¡qué podían estar en inglés!, con lo que el niño que me quería cambiar accedía ante mi oferta siempre... Los de Trueno eran muy cortos, los de Novaro largos y en color... Solía tener buena maña para tal actividad, era convincente y jugaba con la necesidad de nuevas lecturas de mis compas de intercambio, porque conocía bien las mías. De esta manera Valeriano me entregaba todos sus tebeos para que los intercambiara por otros y le llevara nuevas lecturas, ya que él era un poco negado a eso del trapicheo comiquero. Yo lo hacía con gusto y zascandileaba por barrios y casas de posibles intercambiadores de tebeos.
Pero, curiosamente, cuando más estaba crecido nuestro capital de comics mi padre me lo secuestraba, los guardaba en un doblao, al que yo tenía prohibido el acceso y desaparecían, o los quemaba directamente en el corral..., lo que me provocaba mucho dolor, impotencia, incomprensión...
Todo eso que mi padre hacía, lo entendía como que algo malo estaba relacionado entre la lectura de comics y la vida y su enorme dureza, que por aquel tiempo (1961-67) estaba extremadamente miserable, mucha emigración, paro, crisis de siempre... Mi padre estuvo todo el año 1961 en Barcelona trabajando y buscando para irnos allá..., a la que fue por el fallecimiento de mi abuela en Vendrell. Pero el hombre vino como desencantado y diciendo que prefería vivir acá pobre que allá como vivían... En el fondo se lo agradezco mucho. Pero vamos a mis sentimientos encontrados con lo que me sucedía cada vez que mi padre desaparecía o me requisaba los cuentos. Me enfadaba mucho, pero callaba, y no perdía nunca la esperanza de que me haría de otros muchos, mejores, y que no me los quitaría nunca..., cosa que nunca hacía o a medias. Y tomaba la determinación de esconder, tener escondidos siempre, una buena remesa de comics..., o dejárselos a otro amigo... Muchas veces pude comenzar de cero porque mi amigo Vale tenía leyendo una buena parte, que si no..., y este amigo no entendía que mi padre los quemara o me los requisara, e incluso alguna vez sospechó que le mentía para quedármelos, hasta que una vez pudo comprobar que era cierto. Pero como es muy desagradable no lo pongo. Mi amigo Valen creía a duras penas que mi padre actuara así, no le cabía en la cabeza; pero tampoco se atrevía a preguntarlo a mi padre... Así que, al día siguiente, uno comenzaba de nuevo la recopilación de una nueva colección de tebeos para leer... Poco a poco fueron cayendo libros, al principio de Julio Verne, en aquellas ediciones de Bruguera ilustradas en comics, que venían en textos íntegros traducidos a la izquierda y a la derecha la historia comiqueada... Luego vendría la biblioteca municipal y todos sus libros para mí..., con aquella edición del XIX del Quijote de Doré encuadernada en piel, muy grande, en dos tomos, y que en un verano me dediqué a leer como un rajá, por su amplitud y hermosura..., luego cayó la Divina Comedia, cuyos desnudos dorenianos me inquietaban ya...
Y lo curioso es que mi padre trabajó un cierto tiempo en Sevilla, de donde venía cada fin de semana, y casi todos me trajo, aunque mejor debería decir que trajo, cuentos que yo apenas conocía, sobre todo los del Sargento Gorila, una especie de héroe gringo, bruto y medio tonto, de la guerra de Corea, o largos novelones del oeste llevados al comic, bien editados, junto a lo corriente..., y mucha Hazañas Bélicas, y lo dejaba por ahí, que yo cogía y cambiaba, y alguna vez me costó el secuestro de todos, pues preguntó por ellos y, claro, no los tenía ni aparecían, y era mayor motivo para quitarme todo... En fin, un galimatías inentendible entre quitarme los tebeos y quemarlos y traerme de Sevilla, o traerse. Con el tiempo me enteré de que vivió en una pensión cercana a la calle Feria, que era calle de mercado o mercadillo permanente, una especie de Rastro o Encante barcelonés, en el corazón de Sevilla, y en ella había bastante chiringo de venta, reventa e intercambio de comics, libros, y similares productos..., y que aquello tal vez hiciera cierta alarma a su corazoncito y mercara de ellos para paliar el mal que me hizo quemándome los míos... Especie de amor y odio, o encuentros y desencuentros...

Hasta hace poco no se me ha abierto una puerta a la posible explicación de la actuación de mi padre. Porque entiendo que un padre, por malo que sea, nunca desea ni hace mal a un hijo, y en esa creencia busco explicaciones que me den la clave, que no siempre tiene que se justa ni racional. Cierto que ese comportamiento de mi padre, unido a otros de semejantes desencuentros, no hicieron que mi relación con él fuera fluida nunca. Es más, la confianza no existió, ni el dialógo, fuera de los imprescindible para comunicarse. Pienso que mucha gente de mi generación y edad lo entenderá y lo sabe.
Fue hace poco. Tal vez en el año 2004 ó 2005, y al hilo de cierta conversación sobre la vida y experiencias de mi padre en la guerra social abierta de 1936-39, y tal vez alentado y envalentonado por ver en la tele alguna cosa sobre la memoria histórica. No lo sé. Mi madre siempre me contó lo que vivió y cómo en aquella guerra de los franquistas contra el pueblo y la gente. De cómo primero multaron a su padre con una fuerte suma de dinero y le dieron un plazo para entregarlo, y cuando lo entregó, lo detuvieron y al amanecer siguiente lo asesinaron y lo metieron en fosa común, con once más, por este tiempo de octubre de 1936... Y de como mi abuela materna recabó permisos, se negó a firmar un papel en el que querían que testificara que mi abuelo fue muerto en atropello por la fuerza pública, y que por eso fue asentada su muerte hacia finales de febrero de 1937..., y consiguió los permisos, con las otras viudas de los demás asesinados, casi todos de Trasierra, para sacarlos de allí y darles sepultura cristiana y digna. Y de como mi abuela reconoció el cuerpo, totalmente destrozado, de mi abuelo por sus ropas, por las botas esencialmente, por la petaca y el reloj..., que aún conserva mi tía en Francia. Y de como mi abuela enfermó desde entonces de la pena y murió de ella... Pero mi padre nada me contó nunca, con ser también su familia de canteo republicano. Bueno algo le oí cierta vez sobre que cuando la guerra él ya trabajaba de aprendiz en una fragua, y el herrero cogió unas granadas o bombas o similares, y que un día cuando llegó por la mañana a la fragua se la encontró destrozada con los restos del herrero esparcidos, porque había explotado uno de aquellos artilugios... Y, ya digo, fue hace poco que me contó, con detalle, cómo al enterarse, en su casa, que las tropas facciosas de los golpistas de Franco venían de Sevilla a Llerena, y que la tomarían..., en su casa, inmediatamente, se pusieron a borrar todo vestigio de signos o señales de rojez y republicanismo. Y así me contó como quemaron el reloj que en la esfera tenía las fotos de los capitanes republicanos del cuartel de Jaca que se sublevaron por la II República, reloj de pie que tenían en el salón con orgullo. Y mi padre contaba como buscaron todos los libros de la casa, las revistas, los papeles que pudieren complicar la vida y todo lo quemaron en el corral de la casa... Y mi padre dice que recordaba al suyo llorando y quemando todo lo que me pudiera complicar, y con todo y con eso decidió irse campo a través para la zona de Córdoba. Y lo hizo con un primo. Aunque cuando pasaron dos meses de que los nacionales tomaran Llerena, volvieron y fueron denunciados. Comparecieron ante un juez y condenaron a mi abuelo a poner en la puerta de su casa YO FUI COMUNISTA. Dándose la curiosidad de que mi abuelo nunca militó en el PCE, y como ferroviario militaba en la CNT... A los tres meses, un buen hombre de derechas, que hacía de juez, le permitió quitar aquello...

En fin, que me imagino que aquel tiempo sembró en el imaginario personal de mi padre, por entonces entre los diez y once años, una serie de miedos tremendos a libros, relojes de pie y de pared, bombas y fraguas..., como poco...
Y ya puede explicarse, explicarme y explicar aquella extraña manía de mi padre de castigarme siempre quitándome los cuentos, los libros, y todo lo similar, y desapareciéndolo en al doblao, o quemándolos directamente en el corral. Y no es que lo justifique, sino que en un acto de empatía (ponerse en el lugar del otro) trato de comprender lo terrible que fueron aquellos tiempos para todos, lo fatal, lo determinante, la intrahistoria cotidiana que traen, y que colea hasta el presente por hechos sucedidos entonces.

Tal vez, por todo esto, la novela Auto de fe, de Elías Canetti, que leí cuando casi nadie en este país sabía quien era ese autor, aunque siguen sin saberlo, me sea sobrecogedoramente simpática e inquietante, en todos los sentidos. Pero eso es otra historia y en otro tiempo, o entrada.

NOTA. Extracto de mi diario personal, 20 de octubre de 2009; con el acta del registro civil del fallecimiemto de mi abuelo materno, en donde se especifica que fue arrollado por la fuerza pública, que está tachado, porque en el registro me dicen que no se puede poner la causa de la muerte en los certificados literales, y que si está hay que borrarlo o tacharlo; pero la tachadura es benévola..., y la verdad es que no entiendo la razón de borrar eso..., ¿tratan de borrar los datos reales, la verdadera historia de la gente? No lo entiendo nada. Y está asentado en febrero de 1937, cuando mi abuelo fue "machacado", como acostumbraban decir los ejecutores y afines, en octubre de 1936, tal día como hoy, pongo en mi diario...

25 de octubre de 2009

NARRABLE: LECTOR COMPULVIVO





estás leyendo un libro..., y cierta vez, cuando lo ojeas para ver algo inicial o anterior de por donde vas leyendo, observas estupefacto que las páginas están en blanco, y una nota parpadeante: esto se está borrando, faltan diez días para el borrado final..., ¡plis plas, plis plas,plis plas!...,
extrañado lo cierras y lo abres, páginas antes que la otra vez, y está en blanco, ¡borrado!...,
ni lo piensas, tomas la decisión de leer apresurado la historia total de libro, para quedarte con ella, como si escucharas un relator, un contador de historias que se va a morir, o lo van a matar, o que se larga, que desaparece, que se las pira, que se acaba, que se esfuma..., hasta que acabas..., ¡ah ah ah!, sin casi comer y bebiendo poco...,
cuando horas después el libro queda borrado y luego se autodestruye y se hace cenizas, que un vientecillo en la terraza arrastra y difumina por donde vino...


NOTA. Inicio la publicación de estos Narrables, especie de cuentos con materia narrativa densa, similar a otras series anteriores, ya publicadas, aunque no terminadas de escribir... Curiosamente esto lo he puesto primero en facebook, de manera que irá de vuelta como nota...

DROGADI©TOS TODOS





En los tiempos en que este noble personaje aún
apreciaba las drogas al no haber llegado aún a la
última de todas que se denomina misticismo.
Misticismo y no religión.
E.I.Wietkewics, Insaciabilidad, 1927

Hablemos de las drogas. Digamos que las hay duras y blandas, en nuestro encanallamiento por diseccionar. Consideremos la literatura como una circunferencia y tracemos una tangente en donde situaremos algo que se relaciona con la cincunferencial literatura, esa tangente sea la droga, o las drogas.


PRELUDIO
Pongámonos de acuerdo sobre lo que llamamos droga. Algunos habrán visto algunos establecimientos en los que se anuncio aquello de: Droguería Talytal. No es ese tipo al que nos referimos. No a los productos expendidos en tales locales. Es otra cosa. La esencia de la droga podría ser aquello sinónimo de bálsamo, lenitivo, específico, calmante, cataplasma o apósito, pasaporte paradisiaco. También elixir, medicamento, potingue, bebistraje. Una definición, al uso maniático de los académicos, se me hace improcedente, imposible y estéril.Yo diría que es todo aquello que excita o incita los sentidos y nos ocasiona un virtual estado psicosomático, bien delimitado por un cuadro clínico y psicológico, distinto de las circunstancias llamadas normales. No más.


PANORÁMICA DE BREVIARIO
Abriendo las páginas del breviario, en la cueva del coleccionista de plantas, trazaremos una fugaz retahila de drogas. Antes de nacer el día nos levantaremos a maitines con marihuana, que son las drogas más naturales, con más raigambre y solera. Hablo de un día que no es un día. El tiempo dejó de existir. Digo día para entendernos. Laudes los rezaremos con la enérgica coca, que nos ayudará a despertar y a cantar aquello de:
Puro milagro de la aurora
tiempo de gozo y eficacia.
Antes de comer rezaremos la hora intermedia con la pita. Tomaremos su zumo, un pulque. Veréis que, después de descansar, al hacer el oficio de lectura, el cacao dará un buen chocolate, que, -parece cuento- no lo inventaron en un convento.
Vísperas de adormideras. Humo de opio. Completas de LSD. Viajaremos por los oscuros senderos de nuestra cuadrícula y supercivilizada mente.
El hombre conoce las plantas alucinógenas desde la noche de los tiempos. A veces nos sirvieron de medicinas. ¿Para qué digo a veces? Siempre. Hasta hace poco en mi pueblo la datura, el beleño..., fueron usados.
De la droga dura escribiremos: Heroína eres/ mi mujer, eres mi vida, dice Lou Reed. Creo que basta. Callemos. La heroína es una forma de vida y, por lo tanto, una forma de amor. La llaman caballo. Ir del hash a la heroína suele ser un viaje sin retorno. Raras veces se logra detener la frenética carrera del caballo. El alcohol es una carroza vieja y segura que, no obstante, no para nunca. Te puedes tirar en marcha.


DROGUERÍA HOY
El uso moderno de los alucinógenos es la profanación
de un antiguo sacramento, como la promiscuidad
contemporánea es la profanación del cuerpo.
Octavio Paz

De las blandas si os decidís, sólo consumible la marihuana, que da la ciencia del Ramayana. Lo demás es difícil hallarlo puro. Los camellos tiene montado un negocio tremendo. A ellos les interesa que no esté legalizada y que se persiga con dureza, pues sube el precio. Están a favor del sistema. Las duras no son aconsejables para nosotros. El alcohol, el ácido..., y ya está. Algunos se lanzan a la cruzada sicodélica como panacea de todos los males de la humanidad. Nosotros, que amamos y respetamos la experiencia psicodélica, no creemos que la cosa sea para tanto; pero sí pensamos que una buen viaje (a poder ser en plena naturaleza y rodeados de amigos y amores) es algo inolvidable que puede ampliar bastante nuestros limitados horizontes cotidianos.
Paro, desilusión, problemas, opresión, muerte de religiones y mitos obligan a la juventud a montar en el caballo droguero. Hoy, más que nunca el opio (la droga) es la religión del pueblo.


LITERADROGUIZANDO
La afición de los jóvenes por las drogas revela
un cambio en la actitud contemporánea ante el
lenguaje y la comunicación.
Octavio Paz, Corriente alterna

Desde el inexcusable don Ramón, que en La pipa de de kif hace un auténtico tratado histórico-indicador-sintomático de drogas, creadoras de paraísos artificiales, hasta El asno de oro de Apuleyo, que releo estos días con inefable fruición delectatoria. Hablan de la droga relacionándola, entretejiéndola o introduciéndola en la creación literaria, desencadenante o motivo de sus obras. Carlos Castaneda la hace protagonista de sus noveladas experiencias. Octavio Paz critica esto diciendo que para el creyente (consumidor primitivo de drogas) constituye un rito iniciático; para algunos poetas modernos y para muchos investigadores, una experiencia. Baudelaire intenta extraer una estética, al contrario que de Quincey o Coleridge. El viajero de sus lenguajes, Henri Michaux, lo hace de mano de la mezcalina. La degeneración beat yanqui es un continuo fluctuar de elementos en continuo consumo profanativo de las drogas, para literalizar (crear la obra literaria). Como decíamos en el principio, es una tangente que roza la circunferencia literaria, o considerando drogado al estado en que se hace la creación artística en literatura, ¿no es la droga un secante que se inmiscuye en el más profundo corazón de la obra literaria? Sí, me contestaría el borrachuzo de Allan Poe, o beodo seor Bukowsky. Sí, digo también, decimos.







NOTA. Este texto fue un ejercicio en la clase de redacción, en el segundo año de carrera, con un profe que jamás olvidaré, pue fue él quien con sus comentarios sobre mis textos, que a veces ocupaban toda la clase, como modelos de buena redacción, y al énfasis que ponía animándome a revisar siempre, a no dejar de escribir, incluso a obligarme a dedicar tiempo exclusivo a ello; fue gracias a él por lo que no dejé nunca de escribir, y siempre he recordado las razones por las que debía hacerlo. El tiempo le ha dado la razón y con la madurez de los años uno sabe y entiende mejor lo que ese buen profe me decía. Fue proverbial. Se llama César Nicolás y le estaré eternamente agradecido por su apoyo, su fe en mi escritura, sus ánimos y sus ayudas. Tal vez él no fue tan consciente de esto. Reproduzco el manuscrito, pues los conservo casi todos. Era por 1980...
En mi manía de coleccionista de libros y manuales de rarezas, tengo este ejemplar, editadoen Burgos en 1938, en plena memoria histérica, digo guerra social abierta, que los fachas llaman nuestra guerra civil... Es espléndido y como hecho para aprender a escribir con la rigurosiodad de un cuartel, o dan ganas de ponerse a escribir novela histórica rigurosa y pormenorizada, ¡qué digo!, el Diario de la Humanidad, minuto a minuto, redactado por un elenco de próceres de la historia, que es lo que hay que hacer y dejarse de tonterías. Toda la memoria de lo que el pasado deparó a los hombres...



13 de octubre de 2009

AUTOBOMBO






En Extremadura la pobreza secular, la de verdad, no la de medios o recursos, sino la endémica de miras y posturas, de voluntades, hace que apenas haya un diario y medio de información general. Evidentemente al total servicio de los de Arriba, y al sol que más caliente. Hoy con los de la Junta y quien la manda, ayer con Franco mandando. El otro medio, que pudo ser bien entero, es El Periódico de Extremadura. Y se acabó. También canteado alegremente con las mesnadas algaraneras de la cosa de mando y servicios varios. Voceros ambos de toda la cuchipanda de los que mandan, con las correspondientes señales para disimular que son independientes. Por muchas razones están al servicio del púlpito del Poder, de los que detentan el cortijo y son los manijeros. La más clara son las lindas subvenciones y publicidades, las suscripciones para toda la caterva de centros docentes, consejerías, garitos varios y entretenimiento del personal funcionario de la Junta. No son ni libres ni sirven a los lectores y es lo que hay. Es la pobreza secular de esta tierra mostrada por esos medios y sus entornos, realidades y existencias. Decir lo contrario es ser un cretino o un cínico. Que es lo que son los más interesados, asilvestrados en el arte y parte de disimular la verdad y la realidad, aunque la espíen a la cola del bus...
Como prácticamente todos los medios llamados de información en esta zona de España. Están al servicio, día y noche, de los que mandan y detentan la poltrona del Poder Absoluto, y concretamente al servicio del pp y del psoe. Día y noche andan en los tejemanejes y publicidades, propaganda electoral dura y pura continua, como cadena y tornillo sin fin, de esos trajineros. De manera que la gente no ve otra cosa, no oye otra cosa, no siente otra cosa, se le hurtan otras cosas, se les engaña con la Cosa Esa... Y en definitiva son la lacra de la secular ignorancia de los extremeños. Sin paliativos y diciendo la verdad que duele y debe curar. No es extraño que ganen elecciones. ¡No faltaba más! Y la misma vida ganarían una vez muertos, al tenor de los recursos públicos puestos al servicio privado de los partidos tronantes en mandos únicos... Cerriles cínicos como mosén Ibarra bramando sus triunfos electoreros trucados, sus pucherazos de púlpito comprados, sus trapacerías de algaranera publicidad continua de ellos, ellos y sólo ellos. Los del partido y sus entornos. Cuando digo partido me refiero, evidentemente, al ppsoe. ¡Qué la cosa tiene migas! Todos los medios propagandísticos vendidos a la locura de la propagación de las cuatro tonterías que defienden e imponen... Porque ni programa tienen, sino cajones de sastre de donde sacan lo que vende bien para cada ocasión, o chistera de mago malo, con zorros en vez de liebres y buitres en lugar de palomas.
Pues en esos entornos de escribanías y periódicos, de radios y teles no se mueve gente libre, sino asilvestrados elementos que buscan la ganancia de la subsistencia, el medro personal y la trepa social, sin dudas. Gente de codazos y lista, que la gente lista siempre medró en esta tierra, y los de la lista del Poder. Quienes descuellan en esos sitios, y en especial en los impresos, el HOY y El Periódico Extremadura, son gente ya entregada al servicio, con fronteras claras en sus servicios y pagos por el sueldo, o la nombradía que da estar publicado en esos medios, que entre el común de la gente, por esa publicidad, se tiene por muy honorífico e importante, que se han currado a fuerza de repetir la mentira muchas decenas de años, que son importantes, buenos, serviciales..., y el periódico por antonomasia en la zona.
Y en esto aparece este héroe de la palabras vendida, este cuchipanda de la pluma, este tronío del servicio de columna que apuntala el cielo de los que mandan y de los lugares comunes y la trapacería social y el mismo status quo, este grazioso y vivaz, amén de inteligente escribidor del folclor mediático y mendaz, para el que los de Arriba son los buenos y los malos el resto, este trapacete de la trepa y tropa descollante que sale votada por todo eso de la publicidad eternal con que se jalea el Poder y los que mandan en el terruño de ellos y de los suyos por siempre, este delirante y alcabalero mentidor de todo, y tapado de la verdad y de la crítica, este que es la envidia de la cachiporra asilvestrada que pretende columna para flagelar la gente que no vota o vota mal a los sicarios del partido Uno y Verdadero y Solo, que por ahí gana hasta a la linda progresía de la zona, porque de cuando en vez lanza algún guiño insurrecto que es no más que un trajín, o traje, para engaño de mamelucos, que eso es lo que son los de la linda progresía cañí.
En fin este lagarto de la pitanza periodística, que tuvo la osadía de mentarme en ese medio que usa para asustar viejitas... Y tuvo el valor de decirme poeta local, cuando cualquiera sabe que un poeta, si lo es, es a secas, o no lo es, sin más patria y geografía que la lengua, y de mentir -al fin y al cabo al servicio de la Jetadura, o Junta de Extremadura- diciendo no sé qué cosas que en este blog nunca aparecieron. No estoy tan tarado como él.
Y ahí lo tenemos: usando de institución pública de la Cosa y del Partido Único, como es la Asamblea de Extremadura, para editar sus fantochadas a todo trapo de lujos. Porque, es curioso, que en Extremadura estos trajinantes visten de seda y tienen gustos sibaritas, pretendiendo con eso suplir, tal vez, taras carcamales y de faltos de mollera... Ahí esa editorial arrimada al mando supremo, nunca libre, jamás un negocio ni labor honesta, sino un entorno más de este terrorismo del Poder Extremeñí, con el trinke pertinente del erario público que se reparten los gañanes que van de editores, escritores, artistas en fin..., todos arrimaillos al amo, al señor, al mando, mediante votambre interpuesta...
Ya lo dice uno de los comentaristas de la noticia en el medio: ya hace un libro cualquiera. Y este lo es y pongo una muestra. Cuando hizo su gracieta con Llerena escribe de mi persona, a instancias de otros grupete de grasiosos locales arrejuntaos pa trinkar subvención y hacer lo que llaman cine y reportajes y to eso que dicen que hacen a porrazos... Y con insidias y mentiras, me va diciendo y citando mi web personal o blog, cuando se atreve a escribir sobre la presunta enemistad, o lugar común falso, entre Llerena y Azuaga, diciendo que lo asevero en mi web, remontándolo a la Historia... Y ya se ve lo que da de sí este tipo de escribidor y plumífero aventajado: arrimado al sol que más calienta, con cargo, empleo y sueldo del erario público y del Partido Único, ppsoe, presentando la Cosa en la Asamblea extremeñí, con donosa caterva de polimilis al pairo y todos los parabienes de editorial arrimada al subvencioneo para trinke pertinente, a costa del daño que hace a los escritores de verdad y en verdad en esta tierra, ayer con Franco hoy con sus alevines de última generación... ¡¡Menos mal que el tiempo, a no tardar mucho, pone todo en su sitio con contundencia!!, que casi esto pongo en un comento a tamaña noticia o entrevista o reportaje que el ufano del púlpito periodístico se hace a sí mismo, mediante un compa del medio interpuesto. Jalearse para la venta del libro que reúne sus soflamas y prédicas ilegibles e insufribles, que ya entraremos en descuajaringar alguna, por entretenimiento y vicio puro... Pero a éste no le importa la venta, con gustarle el dinerito calentito del erario, a éste lo que le priva es medrar y estar en la cresta de la ola de lo impuesto, de la fama y el famoseo que a costa del dinero público, en definitiva, se hace con su persona. Que sin tuviera que editarse por sí mismo, a guevo, ¡ya veríamos! Y la sola contemplación de esa posibilidad ya desmonta el fantasma en que lo han convertido ese medio del Poder en donde publica, y el uso de lo institucional, con dineros de subvención mediante, como palanca. Y para consolarse tal vez, si lee esto, se diga que si mi envidia..., o alguna otra memez de corte personal ¿Envidia? ¿De qué virtud, de qué don, de que donosura? Las bufonadas y el ujierismo al coro y corro de los que mandan tan mal en Extremadura y durante tanto tiempo, que es casi eterno, nunca fueron lugares de virtudes..., de la Torre, querido...
No me lleva nada personal al hacer este escrito público, esta reflexión sobre la miseria en que se ha convertido la escritura en esta tierra, o en la que sigue, no ya por los autores de novelas, poesía, ensayo, teatro, sino en los escribanos de los medios, ese diario y medio que se publican. Lamentablemente todos son como excrecencias de las instituciones detentadas por los mismos de toa la vida, marcadas por la falta de libertad y autenticidad de lo que se logra por el esfuerzo y la valía propios. No hay en Extremadura una vertebración civil y libre de personas que acometa empeños dignos, creativos y enriquecedores, independientes, honestos..., todo pasa por el dominio de las instituciones y sus bellacos en mando...


9 de octubre de 2009

DONOSA PLÁTICA/ MÉXICO LINDO


Por Don Luis Zapata de Chávez
(mediante envío telepático a una de nuestras hermosas redactoras)

Caminando, en fugaz salida nocturna, encontré a Vidarte, don Simeón, aquí, entre neoyorkina grey. Al parecer también deambulaba como alma en trasmundo y prefiere este universal tumulto urbano, donde todo bien tiene encuentro y todo mal cobijo. Mas no para nos.
Grande fue nuestra alegría, pues desde la visita a la selva Lacandona, en 1994, al compadre Marcos y demás compadres, no nos habíamos vuelto a ver y celebrar, como lo hicimos con mi pariente Emiliano. Fue el discurso:
VIDARTE: ¡Don Luis, vos tan pimpante como bailarín de estos teatros de esta calle 42!
ZAPATA: ¡Mi querido Simeón, os creí ya eternizado en el más allá total!
VIDARTE: No, mi estela continúa acá. Instalado en Queens, barrio popular. Comparto apartamento con Largo Caballero, que se vino de París, por las ratas, y como los dos somos expulsados de partido... Luego fue la vida la que se nos arrebató. Él de pena y asco, yo de viejo, cuando tenía pensada la vuelta a la España.
ZAPATA: Repetís otra vez la historia que conozco. No me habláis del espectáculo que habéis disfrutado o tenéis intención de hacer impunemente.
VIDARTE: Me disponía ver el musical ¡Ay Carmela!, en inglés, con una genial música, una hembra hermosa...
ZAPATA: Prefiero el canto castellano; pero si está bien...
VIDARTE: No, ahora que te recién encontré me encantaría que charláramos lo divino y humano de algunas cosas que me hormiguean últimamente. Tengo como zumba en los oídos.
ZAPATA: Vuestro maldito miedo a la muerte, ¡y ya estáis muerto! Debe ser lo de Zurbarán. Sí, algo así me pasó en el 98 durante un mes. Lo fui a ver a la bolsa, porque ya sabéis lo avaro que sigue siendo, no aprendiendo la lección de la vida. Su vivir podría resumirse en la obra de Molière El Tartufo, ya que eso fue: se interesó sólo por money: casó por ello, mintió por lo mismo y llevó su taller por idem, hasta montó tienda y almacén para vender cosillas del arte pictórico, exportó a las Indias... Unido a su untuosidad con el clero, a lo gordezuelo, como chacinero, de su tipo, tenemos al Tartufo perfecto. Se cabrea mucho cuando se le menciono y dice que ya arreglará al tal Molière, si lo encuentra. ¡Qué carácter! Pero le tengo buen ánimo.
VIDARTE: Es para tenérselo, ma non troppo, que te lo vende...
ZAPATA: Mira, dos ninfas chocolate en contoneo, hermosura para mis ojos...
VIDARTE: Luisiyo, hombre, en nuestra situación sólo tenemos gozos de ojos, oídos, y sanseacabó. Quiero proponerte algo preocupante: como lleváis muerto más tiempo que yo, más sabio seréis sin duda. Creo que por el pueblo todavía se mueve la Inquisición. O sea, que existe, de forma secreta y con más secretas intenciones, el Tribunal del Santo Oficio. Ahora modernizado y demás: poco tiene que ver con los creyentes y buenos cristianos, incluso lo forman ateos y gentes de lo que llaman izquierdas y derechas y centros, y arribas y abajos, al lado, al otro lado... O sea, del meneo o movimiento general o del general. Es sospecha venida; pero hoy me lo confirma la carta recibida de Llerena.
ZAPATA: Vos y vuestras cartas mentirosas compulsivas. No me extraña que os expulsaran del partido de por aquella vida. Vos y vuestras raras creencias masónicas. Hoy no es necesaria Inquisición alguna como sabéis mejor que yo. Será broma carnavalesca de paisano cachondón. Aparta el tema, entremos en ese local y te leo lo escrito para la revista Torre Túrdula: Mi soterrado vivir. Digo soterrado pues vivir no se llama. Estoy muerto hace siglos; mas no en el más allá. Aparezco como vivo a los vivos.
Estos días visité Chiapas, conversando con el sub Marcos, con centenarios indios sabios... Aprovechando mi estadía mejicana, he buscado al paisano troskista Rebollo, que alguien me dijo que quedaba por acá. Hemos platicado largo en unos quince días que demoré mi permanencia en el país.
Hemos tratado tema fundamental, que yo como erasmista (eso dicen los eruditos violeteros), y él como marxista, de los que quisieron el paraíso, hemos acordado: Todo ser humano está obligado a erradicar la ignorancia, el miedo y el odio de su propio ser y del de los demás con los que hace sociedad, del entorno en que vive. Es lo esencial. Si no hace eso no es ser humano. Sustituirlos por la sabiduría, la estima propia y la confianza, la valentía y el amor solidario. Al menos intentarlo es obligación suprema que habría que poner y acordar en una declaración universal de los deberes humanos.
De Erasmo tengo posos de oídas. Erasmo se limitó a escribir lo que se respiraba en el ambiente cristiano de su época, y no al revés, no fue él el que hizo respirar esos sentimientos y pensamientos contra los malos cristianos. La iglesia, desde el año 313, con el Edicto de Milán, fue convirtiéndose en una máquina de poder al servicio de los de arriba, de los poderosos, que sumaron su potencial al que existía. Hablo de la iglesia jerárquica. Con los siglos el poder corrompe más, con los tiempos todo se pudre. Así, de mártires se hicieron verdugos. Si Erasmo de Roterdam dijo eso lo suscribo, como todo cristiano auténtico. Ocurrió y de sabios es rectificar. Lo mismo dijo el paisano Arias Montano y tantos en mi siglo de vida normal, y luego. Está en el aire, se masca y no era patrimonio de Erasmo ni de Marcel Bataillon, el francés ese amigo de Vidarte. Desde esta orilla de la existencia se ve claro todo ya. Muy luminoso.
Tras mi estancia en Méjico, en misión de apoyo zapatista, ya que a los fantasmas no nos pueden controlar ejércitos ni policías, me vine a New York, y a mi apartamento a pasar invierno. Que son muchos los años y demasiados los que me quedan para marchar, definitivamente, al más allá absoluto y lejano. Ando como en purgatorio hasta purificar mi ser. Haré visitas a Llerena, en breve, para saludar a vivos y muertos no emigrados. Me la están turisteando, dicen. Eso es doloroso. Sí, el turismo genera puestos de trabajo, dinero... Pero también lo genera la prostitución, las drogas, las guerras, el robo de bancos, los políticos, el engaño de la publicidad y el espectáculo vacío de lo que llaman vida y cultura. Agur.

NOTA DE REDACCIÓN.- Convencidos de que existe otra Llerena en algún trasmundo, donde habitan los que estuvieron en ésta, se ha comprobado que sí, que tiene realidad. Y sus habitantes tienen la cualidad de pasear por ésta de forma todavía no precisada, salvo por lo que nos va diciendo Zapata. Parece ser que allí están todos los miles de llerenenses que han sido, por los siglos de los siglos. Así que vamos a contar con un testimonio excelso a la hora de averiguar lo que llaman historia. Fuera archivos, estudios, etc. Desde ahora podremos saber perfectamente el pasado, el presente e incluso el futuro, como Don Luis mostrará fehacientemente. Señores historiadores y cronisteros vayan jubilándose, a mayor gloria, porque esto supone el fin de la historia por otro camino distinto a Fukuyama. No es un Macondo cualquiera sino un purgatorio dantesco e irónico donde iremos todos un día.
Agustín Romero Barroso

OTRA NOTA. Este texto apareció por el año 2000, inaugurando siglo, en el número dos de Torre Túrdula, con él se iniciaba una curiosa disertación con el escritor Luis Zapata de Chavez, que todavía no terminó... La foto es de finales del siglo XX, y son vías del tren que viene de Mérida a Llerena, y va a Sevilla, y allí se ramifican..., en un mes de octubre en donde los cielos ofrecen hermosura en nubes de día, en esta tierra, y de noche claras estrellas que son delicia de astrónomos y observadores del cosmos...

4 de octubre de 2009

UN GATO CALLEJERO: BANDERA, JUEGO Y REPÚBLICA

Reta al león bravo a salir de la tela y del dibujo y darle guerra, juego o lo que sea, que mira muy atento, con las patas delante no vaya a ser que sea y se cuele fuera...
Aquí quiere imitar, o parece imitar, al león rampante de la bandera, sin la flama de la lengua roja, porque no se la vi ni la saqué en la foto. Que me maravilla que sea pura casualidad en gato tan listo como el mio. Y creo que más bien es morisqueta y burla del mismísimo león, que sabe pintado en la tela, revolcándose por la misma tela que ni pintado, como diría el otro. Además las patas las pone lo mismo. Falla la cola, que no la sube lo suficiente... Estaré atento.
Arrebuja la bandera que se redondea, oliscada por el gati en su castillo, que la muerde mientras se repliega, la mu cobarde...
Pateándola valiente, dándole guerra, muerde la tela y estola del republicanismo, tumbado a su lado, mientras trato de quitarla de ese empeño de darle guerra y guerra.
Bajo el palio de la bandera republicana, mi gati asoma la cabeza, como venteando enemigos subterráneos.
Atento y valiente, la patita alzada en actitud vigilante, el gati se cubre la de la gloria republicana, y atento al acecho de los mejores días y de los mejores vientos.
Asoma el rabito del gatillo por la parte de arriba de la foto, encerrado y escondido en su bandera republicana, porque le encanta estar ahí, en ese refugio que forma la tela, y explotar al pronto, sin avisos, y emprenderla a juegos y vibraciones de zarpazos, muerdos, escondidas...

3 de octubre de 2009

LAS PEGAS



Un género literario muy popular


Para seguir animando a nuestros imitadores, un tanto pueblerinos y trasnochados, haremos un breve apunte sobre un género literario popular llamado pega. La pega es un juego de ingenio verbal y de ideas, en ese sentido muy barroco. Pretende pegársela al otro o a los otros, burlarse. Es de notar que apenas está estudiado, fuera de los escarceos de principios del siglo XX del osunense Francisco Rodríguez Marín, apenas si existen recopilaciones o estudios sobre este genial género chico de la fraseología popular. Tampoco se conoce a un autor que lo haya practicado como arte literario, incorporado a una obra creativa. Y es gran pena pues llama a reunir lo más grande del arte de la literatura: lo original al humor y la inventiva, así como la invectiva. Exige dotes de rapidez mental y participa del aforismo y de la poesía burlesca, erótica y satírica, a veces con un populacherismo que no es lo suficientemente utilizado por el pueblo en épocas como los Carnavales, donde cada vez el uniformismo televisivo está vaciándolos de creatividad e ingenio.

Pese a ser un género muy practicado y conocido en todos los pueblos, especialmente, y de barrios populares de ciudades, no conocemos, repetimos, recopilaciones ni estudios. Pero no dudamos que, igual que con otras cuestiones levantadas y auspiciadas desde esta revista –juegos populares, cuentos y leyendas, léxico, habla, memoria e historias, etc., no dudamos que, a no tardar meses, los lectores, algunos lectores de nuestro entorno, hagan y publiquen recopilaciones y estudios. Nos holgamos y alegramos; pero tengan la bondad y honestidad intelectual de reconocer, una vez más, que somos nosotros los que levantamos la liebre, tal como en el estudio y recopilación de cuentos, leyendas, palabras, fraseología, juegos y otras cuestiones populares y etnológicas, así como históricas. Y nunca será suficientemente repetido esto último.


Entremos al breve estudio y escarceo de pegas recogidas en Llerena (Badajoz), que se inscriben con las características de este género literario menor, entre la broma, el juego y el ingenio verbal, esto es, de la lengua:

-Como sé que me la vas a pegar

te cojo por los cuernos y te llevo al pilar


-Al niño que tanto sabe

la polla de un burro le cabe.

-Y tú que lo vas sabiendo

es que te está cabiendo

(Le contesta el otro)


-Mira que mancha de huevo

¡Topa carnero!

(Y se le da un manotazo cuando el interesado mira hacia abajo la supuesta mancha que se le señala)


-¿Qué miras?

-Los peos que te tiras

-Yo me los voy tirando,

Tú te los vas tragando


-Toma agarra

-¿Qué agarro?

-Agarra éste. (Y se señala las partes nobles o algo poco santo)


-Mira qué pajarito

Pito, pito, pito

(Y se le hacen cosquillas en el cuello al levantar la cabeza a mirar un pájaro que no existe)


-Ahora tienes la ocasión

-¿Qué ocasión?

-De llevarte el bulto a la estación


-Di chapitu del baratillo al revés.

(Tal pega es las más ingeniosas de las escuchadas)


-¿Vas a ir al homenaje?

-¿A qué homenaje

-Al de mis cojones que se van de viaje

Y así podríamos seguir con una larga muestra de dichos de este tipo. Pero hasta hoy esta breve muestra. Como se verá aparece un cierto aspecto machista y marginal, no se ha indagado lo suficiente si en el mundo de las mujeres existe este tipo de literatura menor y burlesca, ya que sí podemos decir que sólo se da en el mundo del varón, lo cual no deja de ser poco menos que raro, claro. Cierto ambiente de desván de nuestra cultura cotidiana popular, y populachera. Tal vez la demasiada alusión a las partes pudendas o nobles en groseras expresiones es lo más usual, en una práctica verbal de índole homosexual en gran medida también, o sea, de la sexualidad del hombre con el hombre. Junto a ello dos pegas. De las expuestas, de pequeña broma infantil y juvenil. Se agradecería a algún lector que estudiase y profundizase en el mundo de este género pequeño de la literatura popular, que acaece el suceso del habla popular.



NOTA. Traigo este breve apunte sobre ese género literario menor y popular, del número 6 de Torre Túrdula.

2 de octubre de 2009

POETA DEL PODER, NO PODER DE POETA



Dicen que dice un payo, que va de poeta premiado y galardonado, de parte del Poder absoluto político, económico y social imperante, con el permiso de la Autoridad pertinente, aunque los tiempos lo impidan: el autor berciano no desea «llevar la imaginación al poder», sino «utilizar la imaginación contra el poder». A su juicio, vivimos un tiempo «falto de dignidad» y «ausente de belleza». «Sólo sabemos utilizar la palabra para agredirnos», se lamenta"...

Queda mu bonito esto como intención, muy dignificante y edificante, incluso si nos lo dicen acompañado de música celestial o esas poses de buenos y actores que me ponen esto tipo de fulanos en las teles, esas voces asilvestradas a la caza y captura de ese público inane de señoras cuaresmales y sensibleras... Es la jugada de hoy, la inconsistencia de los que van de poetas hoy, de tronío y servicios al Poder, desde luego con todo eso de hacer su obra ambivalente para colarla a los incautos, no resisten que se les rasque y averigüe que son y están por el mero Poder y sus puntales y apuntalamientos, no por el valor de sus obras, que si valen es por las promociones de Poder, porque escriben para premios y mercados, para consumidores y Poderes... Y todo lo que digan en contra no forma más que parte de teatro del engaño y la impostura que invalida todo, desde lo ético a lo estético.

Porque él se presenta a premios que da el Poder, que otorga el Poder, el es poeta porque lo dice el Poder, lo impone el Poder, la hace el mismo Poder, y es el Poder, a la postre y en definitiva, quien nos lo casca hoy en todos los medios, promocionándolo no por su valor artístico, sino porque el Poder le otorga reconocimiento de Poder y Premio de Poder. Y encima uno tiene que aguantar toda esa cosa demagógica del discurso contra el Poder del tipo, tan falto de belleza...
¿De qué Poder habla esta payo, este poeta del Poder? ¡Tendrá caradura! Si miramos el alto tribunal que le otorga el meritorio premio nazional de poesía, veremos a mucho sociata, lo cual ya es la repanocha de Poder, de santo Poder..., tan falto de belleza, ¡ay, la belleza!
Por ello detesto premios, rechazo toda valoración del Poder de mi poesía, y reivindico que sea la propia obra la que se dé valor por sí misma y sus intrínsecos valores, sus propios poderes, no los de los amigotes y simpatizantes polimilis... ¡Qué ya está bien de engaños y de trucos! ¡Ya está bien de que la historia y la intrahistoria del arte, y de la poesía en particular, la escriban los poderosos políticos y banqueros, y mercachifles y sus corifeos, barbianes, serviles, bufones sin gracias...! ¡Qué todo está ocupado por el Poder, para el Poder, del Poder, en el Poder! Y así es imposible ser poeta, siquiera ser...

Que vayan atando los machos los lindos don diegos de la Asociación de Escritores de Extremadura, tan apegados al Poder del Kazikato extremeñí, al que han puesto en servicio esa asociación, y el de sus compas de simpatía, para trajines de votambres y otras lindezas del partío en mando único...

Hoy sí que es difícil mantenerse en una situación de dignidad personal sin el Poder y a su servicio, hoy, más que nunca en la historia de los hombres y de los poetas, es casi imposible mantenerse libre total de esos trajines y premios, y competiciones futboleras, y es difícil porque la crítica, la mera reseña de lo que ocurre es ya motivo de desprecio por parte de los más ciudadanos, que ponen en duda la sinceridad de uno, aleccionados por los valores del Poder, la honestidad en lo que uno dice, levantando la sospecha falsa de que lo hago por envidia, deseo de reconocimientos y todo eso que ni por mientes. Numantia est, sed eterna...

¡Viva la libertad!