15 de noviembre de 2007

SINDICATOS

Antes se coge a un mentiroso que a un cojo. Los sindicatos horizontales del crimen social, y capital, hace mucho tiempo que son sociedades anónimas con participación de beneficios entre sus mílites de arriba. Los militantes de abajo no importan ni para pagar la cuota, que ya están bien subvencionados, y lo de la cuota una antigualla.
Que este es el terror moderno y transaccional de la transición transaccionada, y viceversa o parigual, que todo está atado y bien atado, que dijo su mesías. Por mucho que me motejen los moderantos de radical a fuer de veraz, que ellos, los señores moderentos son los principales creadores de estas situaciones. Y ya hablaremos otro día de ese tipo de mediocre, moderado, cínico, conformista y etc., que tanto abunda socialmente como apagafuegos, ninguneante, enterado, entendido y medidor de lo que debe ser correcto y qué no.
Y dice con razón un comento a la noticia en el medio: Es directamente vergonzoso. Es el problema del burocratismo sindical derivado de la perdida de referentes ideológicos de izquierda y la sincera aspiración de transformar la sociedad. Y mientras los militantes de base condenados al ostracismo, sobre todo los que planteamos que el sindicalismo no consiste en componendas con el sistema.
Pero eso no lo van a encontrar ya nunca, por los siglos de las siglas, ni en CCOO ni en UGT, pares o similares y asimilados. Meras cadenas o condenas, o las últimas trincheras del Capital. Que se abran los ojos. Y los presuntos críticos o los bienpensantes que creen, con una fe ya estúpida, que se pueden retomar están papando moscas. Esas organizaciones empresariales no son ya instrumentos más que para la subsistencia de su burocracia, trama y rama del poder político y Administración pura y dura, sobre todo desde que al gato González se le hizo el 14-D tan olvidado, que viven para el enriquecimiento de sus dueños y para reprimir todo sindicalismo revolucionario y justiciero, libre... En el mando y escalafón vertical instalados.
Igualitos que los partidos, los bancos, los amos en general de la rama del poder y de arriba. Para no olvidarlo.

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