4 de noviembre de 2007

GUERRILLA: RESISTIR ES VENCER

Todos los manipuladores de lo que llaman la memoria histórica, esos chicos de la moderantia sociata, esos mentirosos paniaguados que tratan de enlazar el ppsoe de ahora con los republicanos de entonces, enlace imposible y insultante por todos los motivos, olvidan que la lucha continúa. La guerra social abierta de 1936-39, continua ahora cerrada, sigue, de otras maneras sofisticadas algunas, claras las más, que bien lo saben quienes vivieron realmente y con plena consciencia la abierta de 1936-39, que perdura hoy enmascarada en la sociedad actual, por mucho que se mire para otra parte, repito y repetiré como verdad. Bien que una guerra social cerrada, sin tiros de armas de fuego, sin batallas clásicas, ni uniformes, ni toda la parafernalia con la que el sistema usa, en las guerras abiertas, contra la libertad, y siempre tensando el sistema de leyes hasta lo máximo, con tal de vencer el que vence siempre, el malo, el peor, la cochambre, los terroristas del mando y del poder, del dinero, la indigencia mental, la cobardía que se ampara en la jerarquía que manda, el miedo a la libertad siempre... Pero con muertos, represaliados, fusilados al amanecer y todo eso que tan necesario le es al sistema para perdurar, imponer, ser, vencer, triunfar, y todo sin derramamiento de sangre ni entierros en fosas comunes, que lo mejor es ver al enemigo vivo y anulado, como zombi social… Es una guerra, para que me entiendan los modernos, virtual pero eficaz, tan eficaz como la antigua abierta…

Antes de la moda y los modos de los memoriosos históricos, y a finales de los setenta, en los ochenta, tuve el orgullo de tratar gente que luchó en el bando republicano, y que luchó, sobre todo, en la España franquista, incluido algunos exiliados que volvieron como si fueran apestados para los donosos partidos de la transición franquista a su democracia. Exiliados que volvieron de tapadillo. Entre los primeros combatientes al que conocí de forma más singular fue a un señor de Los Santos de Maimona, un camionero que me cogió en autostop, ya de noche, y me acogió a su casa, para que al día siguiente continuara mi ruta, y que olió que yo era de los suyos, por ese instinto básico que los viejos luchadores tenían…Su nombre no se acerca ahora a mi memoria, pero está bien anotado en uno de mis diarios, a donde volveré para contar la peripecia en otra entrada, tampoco quiero recordarlo. Lo último que sé de él es que vivía en Torremejías… Pero tengo buena memoria de aquellos tiempos, o anotada en mis diarios. Por lo general coincidía con ellos en casi todo en lo referido a lo social y aun político, y es verdad que me influyeron en mis posiciones sociales, desde lo general a particularidades y pasiones personales. Me considero, pues, un heredero directo de ellos en el aspecto espiritual.

Por eso comprendo su dolor ante la burla zapatera, ante el olvido y el ninguneo, para ellos como para todos los guerrilleros, de lo que llaman ley de la memoria histórica…

Porque los guerrilleros estamos muy mal vistos por el poder, por todo poder, porque el poder siempre es el mismo de cabrito, todos los que nos posicionemos por la libertad, en toda su amplitud, estaremos siempre marginados en nuestros montes por los que mandan, sean ese monte las bravías sierras de España en los años cuarenta, o el Internet de estos años del siglo XXI…

Que se nos llamará lo mismo por la gente de orden y de palo y tentetieso, aunque se vistan de limpio y prediquen ser de izquierdas, con rosa apretada en puño y toda la engañifa propaganda huera, vacía, estúpida, falsa y traidora, y aunque les voten, en está democracia de pacotilla y elección manipulada y publicitaria, voten siempre al que manda y todos obedezcan, en su pleno sentido de servicio voluntario.

Se nos llamará lo mismo: radicales, criminales, bandoleros, marginales e incluso asesinos, como los del PSOE me llamaron a mí para eliminarme socialmente, mediáticamente, cuando está mal hacerlo realmente, y hay cobardía para ello. Que no en vano son los herederos de los valores más acendrados del franquismo más acertado y triunfante, por mucho que algunos bienpensantes traten de negarlo, por su interés personal o por mera estupidez. La verdad y la memoria sólo tienen un camino, y la ley es sólo eso, el privilegio de los ricos, que me decían los libertarios de siempre, sea la ley de la memoria histórica, sea la Constitución, sea la que sea o fuere de leguleyos… No olvidar jamás. Esa es mi memoria, señores memoriosos históricos. Nada histórica, o sea nada enterrada, museada, patrañada, ninguneada, sobada, hecha por especialistas que se la han adueñado, sino viva, actuante, consecuente, real, libre…

Así que átense los machos y aguanten por lo menos que diga esto que, como agua en la piedra, gastará sus mentiras.

La guerrilla continúa, su metáfora es operativa para este poeta, como para muchas gentes, buenas lectoras de poesía y de sus usos, recursos y figuras. La belleza no tiene límites en los museos, por mucho que se empeñe la publicidad, engañosa siempre...

Ilustración: Una pintada de Banksy, en la que se cachea a la peligrosa infancia guerrillera...

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Hay algo que se llama libertad, y que debes ejercer libremente. Así que distingue bien entre las ideas, los sentimientos, las pasiones, la razones y similares. No son respetables; pero cuida, que detrás hay personas. Y las personas, "per se", es lo único que se respeta en este lugar. Muy agradecido y mucha salud. Que no te canse.