13 de julio de 2007

FIDELIDADES

El cacique del cortijo andaluz, loco por la movida turistera de su costa, como otrora el Caudillo, es tan honesto, y hablo políticamente, exclusivamente desde la valoración política, como Ibarra y su secretario, o el manijero y su perro fiel en el cortijo extremeño.
Lo diga quien lo dijere, sea la falange...,
o a la luz de sus valores de jefe, etc.
Seguro.

Día sí, día también, la pus del cortijo andaluz, por cierto muy votada, mayoritariamente y absolutamente votada, dominio vitalicio del psoe, supura algo, miasma y podre. ¿Hasta cuándo tanto trinque de esos ganapanes? ¿Y para qué c... quieren tanto dinero estos tontos con pésimo gusto? Siempre he considerado, como esa empresa, la jerarquía de la corruptela en esa orden: políticos, jueces, notarios y periodistas. ¡Vaya profesiones del trinque y de la mierda ansiosa! Los verdaderos criminales.

Pasé tres meses de verano en aquellos parajes de Cabo de Gata, era cuando leía a Juan Goytisolo, y sus Campos de Níjar, que supe que visitó con Sartre y Simone de Beauvoir. Era cuando viajaba ligero de equipaje y al albur que alguien me llevara en su vehículo, que socializaba, por aquellos desolados campos, pobres entonces sin la riqueza de golpe de los cultivos bajo plástico. No hacía turismo, no, entre italianos y gente diversa, allá por 1982, creo, y entre la diversidad hasta conocí un chico judío, de nacionalidad israelí, que había desertado del ejercito de Israel, por aquello de la invasión de Líbano, etc. Creo recordar que se llamaba Chazar, que significa algo así como Amanecer. Había perdido un dedo y estaba lleno de miedo, pues la gestapo israelí lo buscaba por desertor. Tiempos y costumbres. Creo que ni el Cabo de Gata era parque... Solía pasear poco después del amanecer por esa larga costa playera, cosa de varios kilómetros. Pero no era el asunto playero de veraniegos al uso de hoy. Era otra cosa menos agresiva y más humana. Tenía lo puesto y dormía en un cobertizo de cañas y maderas cerca del mar... Recuerdo la vuelta en autostop, o mejor, de como me trasladé de Almería a La Coruña aquel final de verano, a dedo, dejando a mis dos amigas, la una vasca, la otra extremeña, que prefirieron coger el tren y que podían.

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Hay algo que se llama libertad, y que debes ejercer libremente. Así que distingue bien entre las ideas, los sentimientos, las pasiones, la razones y similares. No son respetables; pero cuida, que detrás hay personas. Y las personas, "per se", es lo único que se respeta en este lugar. Muy agradecido y mucha salud. Que no te canse.